jueves, 22 de diciembre de 2011

Y se despertó sola...

Y se despertó sola, en la habitación que nunca conoció el mar, en la casa que cambió muchas veces de color, en la ciudad más pequeña del mundo, sola y se le atascó la memoria en un solo recuerdo. Pensar que ayer estaba aquí, aquí y hoy está sola sin más sueños que despertar de esta pesadilla. El aire caliente y húmedo se filtró por la ventana para recordar que afuera es verano y las noches son preciosas para compartir el alma...no para partir el alma...

jueves, 8 de diciembre de 2011

Promesas que no cumpliré...

Te prometo alejarme de los abismos cuando te recuerde. No salir a buscar tu perfume por las calles de mi propio laberinto. 
Te prometo que ya no me suicidaré con las canciones que solíamos escuchar, es más, ya las borré de mi biblioteca musical. 
Te prometo permanecer callada cuando no entienda las palabras que escucho, no buscaré explicaciones ni pretextos absurdos para justificar lo injustificable. 
Te prometo no volver al pantano meditabundo de las ideas que nadie organizó jamás. 
Te prometo, aún con las infinitas ganas de verte, que no espiaré tu muro en facebook, ni volveré a marcar tu número cada vez que no pueda dormir. 
Te prometo abrazarme a la soledad que me espera en la habitación hasta que venga el olvido. 
Te prometo que ni un llanto y mucho menos una lágrima invadirá mi rostro de ojos siempre tristes, ya sabes que siempre ando triste.
Y te prometo que volveré a sonreír, incluso cuando te recuerde...

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Y te atreves a mirarme así...

Cómo te atreves 
a mirarme así,
a ser tan bella 
y encima sonreír?
(Entrégate, Luis Miguel)

La historia no es más extensa que la distancia. Para contarte lo que siento sólo debo mirarte, perdón, sólo debería, pero no puedo hacerlo, me duele hacerlo. Evito mirarte cuando estás tan cerca que hasta puedo rozarte el alma con las manos. Evito acercarme.
Tan cerca estoy de ti y sin tocarte. Sigo buceando en aguas turbulentas cuando te acercas y te atreves a mirarme así, siendo tan bella y encima sonríes como si no hubiera nadie más. Ya he perdido en esta guerra contra mí. Me di por vencida aquella extraña noche, aquella rara vez en la que el recuerdo invadió la habitación y te volví a espiar mientras dormías.
¿La historia tendría el valor de ser diferente si hubiera coraje en mis venas? Más dudas pero menos peso en mi alma, ya acepté que te amo...sólo me queda sonreír y salir a buscar al olvido...

lunes, 5 de diciembre de 2011

Te amo, y al no tenerte a mi lado, te extraño, como es lógico...y como dice una canción que reencontré estos días: ¿qué podría ser peor?...

domingo, 20 de noviembre de 2011

Tanta belleza y seguir pensando en ti...

He vuelto a caer en tu mirada. Creí que todo estaba resuelto. Te he echado tanto de menos en estos días. Viajé, conocí lugares y paisajes dónde Dios puso su mejor esmero, y aún en la inmensidad de la distancia, volví una y mil veces a pensarte, a acariciarte, a sentirte en mi piel. Una total falta de respeto contemplar tanta belleza y seguir pensando en ti. Aún no creo y mucho menos confío que este sentimiento se me irá de la sangre. Ya me entregué a la absurda pero nunca tan desalmada resignación. No hay ya nada que pueda hacer. En total hice siete mil kilómetros, recorrí y crucé la cordillera cuatro veces. Me enamoré para siempre del océano pacífico. Me acurruqué entre montañas, valles verdes, cerros nevados, selva virgen. Navegué a tres mil metros sobre el nivel de mar. Contemplé la luna en uno de los desiertos más áridos del planeta y nunca antes me sentí tan sola. Lloré dos veces: una por tanta belleza y otra por no tenerte a mi lado. Rechacé sonrisas. Me sentí miserable. Me sentí invasora de una de las maravillas del mundo, como si estuviera saboteando un trozo de historia al incrustar mis huellas y rozar con mi alma las piedras colocadas hace tantos siglos. 

Hice el viaje con el que tanto había soñado. Me aferré a la idea de que con tanto por recorrer jamás tendría tiempo ni ganas de extrañar. Vaya ironía. El tiempo es tan ilógico. De cualquier manera y casi siempre de todas maneras, te he extrañado. A veces, escapar sólo te deja más huérfano. Otras veces, escapar sólo te convierte en cómplice de lo inevitable. Inevitable es amarte, pensarte. El tiempo y la distancia son remedios caseros para los cuales el alma es inmune (el alma enferma de amor). Así están las cosas. Ahora que todo ha vuelto a la cruel normalidad, y el mundo sigue siendo tirano al igual que el maldito olvido, ahora sigo pensando en ti. Ahora que te he vuelto a mirar sin que supieras que te estaba mirando el alma vuelve a respirar. A pesar de ya no ser la misma que te observaba, el amor permanece intacto en mis pupilas. Comprender lo que siento ha sido más difícil que tomar la decisión de regresar. Quizás no lo entiendas nunca, pero tu nombre aún es una lanza que atraviesa mis espacios, todos ellos...

miércoles, 12 de octubre de 2011

No todo...

No todos los viernes son azules, no todas las nubes son de tormenta, no todos los silencios son de cobardía. Casi todos empiezan siendo otros, casi todos empezamos siendo otros, perdón, no me incluí. Si fuera sencillo esto de vivir, no habría tantos locos buceando en las noches sin luna.
Buscando respuestas acabo envueltas en acertijos indescifrables. Buscando aliados para derrotar al olvido, sólo encuentro traidores y desertores. El amor cae en lo absurdo y la costumbre sofoca a la ilusión. Estábamos bien, cada uno en su rincón. Y uniéndonos pensamos que estaríamos mejor, vulgar contradicción resultó ser.
Me confundí de acera. No todos los atardeceres son hermosos ni todas las noches son oscuras. Sabía la verdad antes de encandilarme con tu mirada, pero como dicen por ahí, no hay peor ciego que el que no quiere ver. Siempre hablando para callar al silencio y terminamos callando para escuchar al silencio, para comprobar que estábamos bien...
No todo es lo que parece, vaya verdad. Siempre lo recuerdo tarde. Ahora no sé qué hacer con tanta soledad. Dónde esconder las mentiras para que no estorben. Cómo camuflar la realidad que me consume todos los sueños. Tarde. Siempre recuerdo tarde. Aunque, mejor tarde que nunca, o no?

viernes, 7 de octubre de 2011

Y desapareces

Y desapareces...
Y me pierdo entre canciones, calles, truenos, relámpagos, lluvias, granizo, casas, sombras, malos augurios y escaso remordimiento.
Y en un segundo te vas...
Y me encierro con fantasmas, fotos, cuadernos, libros, estantes vacíos, ropa tirada, noches eternas, días efímeros.
Y te escapas...
Y me abrazo a la cobardía, a la mediocridad, a la mentira, al llanto, al silencio, a la soberbia, a la oscuridad, a la condicional soledad.
Y desapareces...
Y me desahogo en papeles ausentes, en letras vacías, en botellas llenas, en caricias al aire, en pasiones tardías, en compañías huecas.
Te fugas y me quedo encerrada en un alma ciega, sin espacio...
La realidad duele demasiado, es insoportable y más cuando no tiene lógica. La sonrisa debería ser moneda corriente por estos cuartos siempre llenos de fantasmas pero ni sonrisa ni sombra de sonrisa. Más cruel aún cuando abrazo al posible amor de mi vida sin dejar de pensar en esa maldita mirada de alguien más. Yo elegí. Me escapé de lo real, de lo que realmente sentía por cobarde y ahora pesa tanto que se me enferma el alma. Desde cuándo soy tan hipócrita? Esto no está bien, es que acaso se puede amar a dos seres al mismo tiempo? No, no se puede. Decidí alejarme de esa mirada que me hace tanto daño pero los ojos que miro ahora no me desnudan tanto. Y tanta es la confusión que hasta siento celos del viento que te roza antes que mis sueños...
Imagina cuánto silencio hay en el ambiente marchito de esta casa. Imagina cómo duele respirar sin tus besos. Imagina mis abrazos en la oscuridad tan desleal. E imagina el alma que te ofrecí completamente maltrecha sin tu realidad bordeando mi incredulidad. Podrás hacerlo? Crees que podrás con todo esto antes de que llegue el temporal?
Resulta menos agobiante respirar sabiendo que estás lejos. Prefiero oír tu suspiro en la distancia. Es que otra vez te vi, otra vez y el aire es cómplice de tu soberbia y me abandona, otra vez. Las tormentas que se avecinan tienen tu sombra en las manos. Debería de estar tan bien en estos momentos y sin embargo te extraño. No debería de extrañarte. Deberías de ser nadie para mi y sin embargo te extraño. No es justo que te encuentre en mi destino cuando comenzaba a olvidarme de su existencia. Ese maldito destino que nos cruza en las tardes de amores prohibidos y me envuelve de dudas y preguntas sin respuestas. Podré yo y mi voluntad contra tus ojos? Podré sortear los rincones que amenazan con desparramar mis ilusiones por los cielos? Realmente seré capaz de seguir contra viento y marea con mi decisión de amar a otro y no a ti?
Son tantas las cosas que tengo para decir y para darte. Tienes mis manos siempre abiertas para rescatarte del tropezón. Mis sueños para cubrirte las noches en soledad. Tienes mis palabras para aplacar al silencio que se atreve a callarte. Mis lágrimas para regar tus inviernos marchitos. Tienes mis tormentas para desnudar los acertijos del tiempo. Tienes mi destino en tus pupilas si quieres amarme, acaso. Y hasta tienes los reflejos dorados del futuro para alumbrar este presente sin sonrisas. Yo me quedo con tu perfume a jazmines y con tu piel morena sin sol para adorar mis noches, esas noches extrañas, cuando la soledad se fuga de mi lado porque comprende que existen otras almas en este universo. Sin que ello destrone esta sensación de estar sola. 

P/D: No busquen entender, generalmente desparramo más palabras de las necesarias, una cuestión de fuga que casi nunca ayuda demasiado...

martes, 4 de octubre de 2011

Bajo la luna azul...

Iba el silencio cantando las estrofas de un grillo dormilón, por las calles ausentes de cierta ciudad en ruinas. Y no era mi memoria. Era otra ciudad. Las luces no eran estrellas y las nubes no eran tormentas. Pronto amanecería. Los sueños sin dueños, esos trabajadores vagos, comenzaban a molestar demasiado por las noches, y cada vez que el silencio salía a pasear, se hacían los que dormían. Pero siempre habrá  mentiras que olvidar y amores que recordar. Y así, bajo la luna azul, los amantes que eran amigos se encontrarían otra vez. 
Quién se atreve a jurar que la ilusión y la fantasía son sólo habitantes de la noche? Quién se atreve a desfilar por el abismo de la inconsciencia sin temor a caer? 
No me cuenten historias de fantasmas ni fábulas de viejos, no creo en nada desde que una luna azul me miró a los ojos para condenar mi cobardía. La noche concede deseos a aquellos que no la molestan...y el silencio sigue cantando aún cuando la ciudad parece despertar...

sábado, 24 de septiembre de 2011


Si perdieras la memoria, si se convirtiera en una laguna de escombros tu memoria, seguirías siendo exactamente como ahora? me seguirías amando? 
Y yo, yo seguiría amándote como hasta ahora si me volviera una desmemoriada?
Si a ambas preguntas contesto que si, sería la mentira más grande del mundo acaso?

viernes, 23 de septiembre de 2011

Justamente ahí


"...lo esencial es invisible a los ojos..."
Antoine De Saint-Exupéry

La ciudad que nos cobijó tantas veces, hoy nos dejó a la deriva y a la intemperie. Caminábamos en silencio, atravesando precipicios gigantes de nuestra propia historia. Íbamos sin guía y por simple inercia hacia nuestros refugios, por separado. Pero cuando ciertos ángeles se quedan dormidos, el destino hace girar la rueda de la buena fortuna, para mi, y de la mala fortuna para ti, y un paso en falso, el querer acortar la distancia, la elección de doblar una cuadra antes que la de siempre, y un cruce que sólo sería de calles, se convierte en un cruce de almas que vagabundeando por las sombras, se miran y se reconocen, y el mundo sigue girando pero para atrás. Quedamos petrificados en los ojos del otro, que se convierten en espejos sin buscarlo. Todas las luces intensifican su brillo, las estrellan se acercan y titilan a nuestro alrededor. Una mirada y nos sentimos más fuertes que nunca, nos sentimos capaces de restaurar los viejos y malos recuerdos. Capaces de amortiguar antiguos dolores y de borrar todas las desalmadas huellas que nos han prohibido, hasta ese momento, volver a conversar. Pero ni siquiera las palabras son necesarias. Ahí, justamente ahí, en ese instante de amor perpetuo, como si el pasado y el futuro no estuvieran a nuestro lado, en ese segundo de eternidad adquirida por voluntad del destino, ahí, justamente ahí, comprendo que lo esencial es invisible a los ojos. Dos almas en la ciudad más pequeña del mundo se reencuentran y el amor grita para que ciertos ángeles se despierten y hagan girar de nuevo al mundo...

Noches extrañas

Suelen existir noches extrañas, son como un espejismo o como una pesadilla. No siempre entiendo por qué suceden, por qué aparecen esas noches raras que te transportan a otra dimensión, a otro tiempo y espacio. A veces me duelen las manos de tanto cargar con las palabras que no puedo volcar al papel. Anoche fue una de esas noches que vienen al precario rincón que uso de refugio para demoler la cárcel de mi olvido. Es tan difícil ubicar los recuerdos en la memoria y los sueños en la inconsciencia. Últimamente vacío estantes para ocuparlos luego con aquello que imagino pasó. Estoy enloqueciendo, y de verdad, esta vez. Ahora que estoy más lúcida, supongo que estoy más lúcida, la noche extraña se apodera de mis sentidos y comienzo a creer en el destino y las señales. Encontrarme con tu abrazo y sentirlo fue un espejismo. Cruzarte abrazado a otra fue una pesadilla. Buscando razones acabo descubriendo diferencias enormes de sentimientos. Duele respirar. La fuerza que tengo para levantarme se convierte en llanto y el llanto no siempre termina bien la historia.
Entiendo y asumo que me equivoqué. Divulgué tu sonrisa irónica por las calles azules del barrio, maldije tu nombre en este cuarto blanco y me acobardé tantas veces frente a tu sombra. Y me equivoqué. Me equivoqué porque hubiera alcanzado con alejarme con más prisa de la que utilicé al momento de huir. Pero bueno, la verdad camina en contramano cuando no es la que debería ser, la que necesito que sea. Y así, amontonando recuerdos y sueños, termino el día y me tiro en la cama, sin dejar de pensar en esas extrañas noches que nos toca saborear de vez en cuando...

jueves, 22 de septiembre de 2011

Viendo la realidad...

Hoy todo está como cuando fumas un cigarrillo y el humo queda suspendido, el día demasiado tranquilo, calma por doquier, y sé que sólo es la que anticipa la tormenta.

Mirando a través de un cristal dañado por las impurezas del tiempo, el amor intacto ha permanecido, invisible para los demás ángeles sin cielo, como yo. Una canción en ruinas, aletargada en la memoria, suena y se repite como el susurro de tu voz aquella madrugada. No hay vuelta atrás. Los estragos de una noche, acabaron con la ilusión de amarte. Pero igual te amo, no es solo eso, amor, es que tu indiferencia, tu soberbia al mirarme, esa mirada de abismo que posees y que me hace tanto daño, y yo sin poder quitarte los ojos de encima. Me niego a seguir cayendo en tus ojos, y de tus ojos a tu boca cegadora. El suplicio de verte otra vez y tenerte tan cerca pero tan lejos me arrincona al silencio y a la soledad. Es que claro, están también en suspenso los silencios que no supiste guardar y que, en lugar de disminuir, han acrecentado la deuda de palabras que tenemos, siempre pendientes. He escuchado todo cuanto dijiste, mas no el adiós, en cambio, vida, tú te has quedado sólo con lo que callé. Irreal pero no por eso menos triste. Y navegar por la noche sin estrellas es como caminar por la ciudad, que ya no me pertenece, sin calles ni árboles...

He sabido ocultar demasiados sentimientos. Hoy entiendo que de nada ha servido. Vieja sensación de abandono me atrapa otra vez. De cualquier manera, siempre ando perdiéndote y quizás, de todas las sensaciones que me atrapan, esta de no poder escapar de lo que realmente quiero escapar, eso que me niego a aceptar, es la peor de todas. Supuse que ya formabas parte de mi olvido, una vez más entendí que suponer sólo genera más tormentas en el alma. No aprendo más...

Te veré de nuevo cuando acabe el frío que marchita mis lágrimas? Sin dudas que sí lo haré. Pero deberías de saber que verte no impide que la melancolía, siempre usurpadora de mi paz, arrase mi universo. Siempre será grande la tristeza, profunda como el abismo de mi cobardía...Amarte no me alcanza, evitar la realidad tampoco evapora los vientos que soplan en la orilla de la memoria cuando la noche amiga, siempre amiga, cae; y me roza los labios la soledad en lugar de tus labios. Sería más fácil si dejara el desorden y me fuera a dormir, pero no lo hago. Esta manía absurda de querer tener el control absurdo de la situación. A estas alturas puedo decir, sin remordimientos y sin importarme el qué dirán, que te amo...sí, te amo, ahora me pregunto, vos realmente sabrás que te amo? a veces parece que te encanta disimular más de lo que a mi me encanta escapar...y sí, también es cierto que soy cobarde, bueno, nunca lo negué, pero te lo dije y te lo digo, sí, soy cobarde, y justifico de cierta manera mi cobardía al decirte que hay algunas batallas que prefiero no pelear y es simplemente porque no vale el esfuerzo ni el cansancio, no vale la pena ni las lágrimas, no es simplemente cobardía. Pero explicándote todo ni así siento que entenderás. Viendo la realidad, no entiendo cómo llegué hasta esta primavera sin gritarte la verdad...

jueves, 15 de septiembre de 2011

La indiferencia no...

Hay una sola razón por la cual una persona amada puede defraudarte tanto como para no volver el tiempo atrás, la indiferencia. He perdonado todo tipo de ofensas, no sirve recordarlo ahora, no es esa la idea. No soy rencorosa, aunque a veces lo parezca, por suerte tengo mala memoria, pero no perdono la indiferencia. Me llena de lágrimas. Me absorbe la paz que siempre ando buscando. Que te defraude un político, vaya y pase, un ser amado es absolutamente triste, desolador. Me deja sin excusas cuando viene el olvido. Me hace naufragar por las dudas. Hay amor, hubo amor en aquel abrazo? Ni quiero saber. Seguiré buscando lo que me de calma, encontrando en las compañías cercanas, las que se quedan cuando el temporal es inmenso, el refugio para mi tristeza. Estoy triste, no es la primera vez ni será la última, y me voy a buscar las esquirlas desparramadas en el alma, esas que deja la indiferencia para reemplazar los huecos con recuerdos.
Puedo justificar la distancia, siempre lo haré, ya que no es tal para los brazos de mi alma. Puedo reemplazar al dolor por una oportunidad para cambiar. Puedo acomodar los fracasos, las derrotas por si vienen a buscarme. Puedo perdonar hasta al mismísimo olvido. Pero la indiferencia no. No perdono la indiferencia.

martes, 13 de septiembre de 2011

Poema para decirte que te espero...


Y cambiaste el sur por el norte. 
Y me quedé a orillas de la 34 esperando. 
Luego de mucho tiempo, 
me quedé en el medio, 
sin ánimos para estropear la historia. 

Mientras sonrías, 
puedo congelar mis pasos. 
Mientras espero la primavera, 
puedo congelar mis pasos. 
Mientras sujeto las llaves del mutismo, 
puedo congelar mis pasos. 

Mas no me pidas 
que detenga las luces que pasan 
ni que frene al destino. 

Mientras asumas la derrota, 
esa parte trasera del desengaño, 
esa otra cara de la moneda, 
puedo congelar mis pasos. 

Mientras no destruyas mis lunas llenas, 
mientras no te ahogues en mi marea, 
puedo congelar mis pasos.
Mientras se llenen los vacíos
de vasos sin fondo,
puedo congelar mis pasos.
Mientras la ciudad cambia
para ser menos oscura
e incluso, mientras decides
qué nombre darle a mi silencio,
yo,
la prófuga de escaleras en cruces,
la loca del balcón sin flores,
la misma que no recuerda su nombre,
yo puedo congelar mis pasos...

Simple desahogo...(2)

Conversando con los fantasmas que me acompañan siempre, vuelvo a descubrir que no todo es lo que parece. Aún en las horas cercas del final, la idea de perder cuanto he logrado en esta corta existencia, persiste como si no fuera capaz de entender que nada hay más allá del alma. Es absurdo imaginar una realidad que no es propia, caminar hacia un "destino" que no siempre coincide con lo soñado algunos años antes. Mi falta de coraje es una mueca siniestra. Tampoco sé si llamarlo así, falta de coraje, supongo que ser es más complejo que aparentar, y mi afán por ser es tan grande que me quedo ciega tratando de vislumbrar las razones que el resto me da por no ser quienes realmente son. Tuve siempre la precaria sensación de abandono, como si estuviera siempre a punto de dejar de ser.
Muchas falsas amistades se encargaron de enemistar mis lados más nobles con los menos conocidos. Siempre he querido, y quiero aún, incrustar huellas, dejar marcas en los senderos que recorro. He conocido tanta gente que a veces me parece increíble recordar a todos aquellos, incluso los que sólo han pasado unas horas junto a mi y descubrir que aún así, me han dejado una marca. Será por eso que los recuerdo? Habrá otros a quienes no recuerdo? Seguro que los hay.
En la soledad de la verdad, lo que parece ser y no es, refleja más tristeza que mi propia e insondable soledad. Veo la tristeza en los rostros de esos seres que no tienen la fe para mostrarse como son. Y la tristeza me abraza. Quisiera poder ayudarlos pero la soberbia con que miran, impide mi acercamiento. La culpa siempre la tendré yo. Es más fácil para mi. Si yo tengo la culpa, ellos quedan libres y yo puedo sonreír igual, más cuando soy consciente de que no es así.
Y vuelvo a hablar con los fantasmas, había dejado de hacerlo por temor a enloquecer, pero considerando que ya para todos no estoy cuerda, he caído de nuevo en este vicio. Si reencuentro el camino ahora, si todo se derrumbase como cuando el viento no sopla del norte, podría sumergir mis palabras en la verdad: no soy más ni menos que aquello ves. No aparento. No puedo.

Tu puerta abierta

"El mundo duele menos si te miro."
(De El Espejismo, Ismael Serrano)

Tantos años pasando por la misma calle, la misma esquina al girar, el mismo camino para seguir y sin embargo, nunca antes vi tu puerta abierta. Nunca antes me pareció que alguien habitara esa casa. Quizás el tiempo jugó con nuestras ideas. Quizás fui cobarde tantas otras veces. Aún debo estar durmiendo, pensé. En ocasiones los sueños nos juegan una mala pasada. Pero no, no estaba durmiendo, o es que quizás todavía estoy soñando? Estoy despierta realmente? No siempre puedo distinguir las fronteras. No siempre ando despierta. Los días son iguales, y las noches siempre son frías. Entender que la realidad existe no me salva de la locura, o si? Nunca antes vi tu puerta abierta. Eso era. Eso es lo que perturbó mi existencia hoy. Y en la puerta, tú. Y tus ojos. Tu mirada uniéndose a mi mirada errante paralizó mis sentidos, mis otros sentidos. Pero el camino seguía abriéndose. El tiempo nunca se detuvo. Mi alma sí, mi alma quedó allí, en esa puerta, en esos ojos. Hoy siento que el mundo de cuerdos sin cura que me toca habitar dolería menos si pudiera seguir mirándote...

viernes, 9 de septiembre de 2011

Todo o nada?

Todo o nada? Supongo que después de darlo todo, no te queda nada. Y vienen a decirme que es mentira, que te queda algo, que no puede ser. Entonces, cómo funciona? No lo has dado todo...si te queda algo, no lo has dado todo...
Yo sueño que es real la ilusión mezquina de haberte dado todo, lo cual me coloca en el peor de los escenarios, en el de los mentirosos, claro, pues siento que a pesar de haberte dado todo, me quedan tantas cosas por darte. 
Te ofrecí tantos abrazos. Nunca respondiste. Te lo dije, no? Te expliqué lo que verdaderamente sucede en un abrazo? Verás, es tan simple. Un abrazo consigue detener el tiempo. Me pregunto si has vivido eso alguna vez...

Los extremos me marean, pero los necesito para sobrevivir, son una elección, ya saben. No vengan con esas ideas de que ni mucho ni poco. Sinceramente, no sé cómo hacen para permanecer en el medio del caos sin caerse. Prefiero vivir en las alturas y lanzarme por los acantilados, antes, mucho antes que permanecer imparcial, incapaz de elegir. 

Todo o nada? Te daría todo, incluso lo efímero que queda de mi luz...porque es precisamente ahí cuando ya no queda nada, el último aliento, el último suspiro...si muero ahora, me darías un abrazo?

lunes, 5 de septiembre de 2011

Gracias Sr. Casco

Generalmente, las entradas son medio ficción, medio realidad. Hoy es realidad pura. Hoy necesito escribir para agradecerle a algo que usualmente no llevo puesto, y que muchas veces puteo. 
Pues resulta ser que hoy, como todos los días, salgo de mi casa, a las 14:35 horas para dirigirme al trabajo. Y lo hago en moto. Y la moto fue un regalo del viejo que se cansó de escucharme protestar porque el trabajo quedaba lejos y que la bici y que patati y patata. Nunca voy despacio. Tampoco es que la moto sea de gran cilindrada ni mucho menos, pero nunca voy del todo lento, siempre ando acelerada, y todos dicen que porque soy loca. Quizás tengan razón. En fin, la cosa es que a las 14:42 hs, aproximadamente, paso a buscar a mi compañera Moni, por esas cosas del destino ella no tenía en qué ir hoy al trabajo. Y a las 14:45 hs, en la esquina de Belgrano y Paraguay, justo a la vuelta de la casa de esta amiga, de sopetón, como siempre, a la goma delantera de la bendita moto se le dá por reventar. Y adivina adivinador, dónde fuimos a parar?? Pues de jeta al piso. Y es aquí mi más sincero agradecimiento al Sr. Casco. Por esas cosas de la suerte, destino, fatalidad, crease en lo que sea crea, hoy el Sr. Casco me ha salvado, sin exagerar demasiado, la vida. Si no hubiera sido por él, posiblemente me partía la capocha en alguna parte, porque lo primero que golpeó el piso fue mi cabezota, que aún siendo dura, hubiera salido peor de esto. Ahora sólo tengo varios golpes, ninguno de gravedad, creo. Golpes que molestan, nada más y estoy bien, creo. De ahora en adelante, no lo dejaré por nada del mundo. Gracias Sr. Casco!!!

domingo, 4 de septiembre de 2011

Mañana...

Templando el alma es como logro sobrevivir sin vos. Las cenizas de la maldita mañana, el susurro de la bendita noche. Las llamas que incendiaron y devastaron la memoria. El alcohol como a punta de pistola penetrando las venas y el olvido forzado de la verdad, creer que pensás en mi...No enloquecer es la meta, por eso me obligo a olvidar, aún cuando al hacerlo no hago más que recordar, qué gran estupidez...Suspiro para librarme del silencio. Doy manotazos de ahogado en medio del desierto como si así pudiera alcanzar a alguien más que me de su aire. Dejo de lado, por un efímero instante, mi soberbia y descubro que la culpa es mía. Hago todo lo que mierda quiero hacer pero no puedo olvidarme de vos. Y ya me cansé. Mañana empezaré a burlar las dimensiones brutales del espacio que nos separa y te rozaré las mejillas con la brisa que tanto te agrada. Mandaré a mis versos mudos a que te persigan mientras vas al trabajo y le pediré al florista de la esquina de tu casa que te deje un ramo de lirios en la ventana que casi nunca abres. Mañana, y sólo por tener la gracia de ser otro día en el almanaque gris que degrada las emociones, comenzaré a buscar la razón que me hiciste perder la noche que te conocí y el amor que nunca más te daré. Sin gloria para el olvido, ese cobarde que no se atreve a enfrentarse con tu recuerdo, será todo otra historia, como lo que nunca sucedió. Y si no lo entendés, avisame, por favor, que te mando mi silencio envuelto de realidad...

...más de lo mismo...

En la quietud de la madrugada, donde las hojas muertas del invierno acumulan tragedias, me senté en la puerta que da al norte y te nombré en voz alta por primera vez desde que no te tengo. El viento soplaba ligero de equipaje y recorriendo la ruta, amontonando las esquirlas de la distancia, llevó mi voz hasta tu casa. No sabré jamás si me oíste. No lo sabré. Y en las dudas que desnudan las respuestas obvias, me queda cierta incertidumbre. Será que derrumbé mis muros para poder alejarme? o sólo derrumbé los muros para sentirte más cerca? Intentando acortar los silencios, acabé siendo la loca del pueblo. 
Pocas verdades en este frío. Mejor me voy a dormir o a soñar contigo. Las respuestas quedarán en la cuenta sin fondos que poseo en el alma. Mañana u hoy, para ser más exactos, quizás me levante con ganas de sembrar en el jardín los lirios que tanto te gustan o los "no me olvides" que tanto necesito...
En fin, la noche que pasó me enseñó más de lo mismo. Las historias que te inventas para sobrevivir, te quitarán el sueño. No me digas que no sabías que te extraño...

40 km

La soledad, desleal y arbitraria como siempre, tiene esa puta mala costumbre de venir a llevarse mis compañías, incluso aquellas que necesito para vivir. Pero es así. La soledad me toma de las pestañas y me obliga a permanecer callada, asustada, inmóvil en mi casa cuando afuera hay tantos senderos por caminar, tanto hielo por derretir. Y de la soledad a la ausencia sólo está tu rostro encarcelado en mis pupilas. Tu sonrisa amplia, tu mirada de abismo y noche, tú. Estás tú. Y estás donde no alcanza mi voz, donde no llegan mis brazos. 40 km. Y es una eternidad. La noche promete más de lo que es capaz de dar cuando comienzo con esta tortura de pensarte, sabiéndote tan lejos de mi piel. No me agrada sentarme a orillas del recuerdo y sentir esta ausencia. Es que ya no puedo escapar. Huir siempre ha funcionado para mi cobarde alma, pero ya no puedo. Estoy presa aquí. En esta casa helada donde el invierno no se quiere marchar. Resulta que tampoco quiero verte. Ilógico? Sí, pero si te veo, el amor se me escapa por los poros, y tú no quieres ver eso. Tú estás con otra de la mano. Tú te has enamorado de la que me robó tu amor y ocupó mi lugar. Nada puedo hacer. No verte me tortura, verte me quita la razón y el aire, amor. Y en la noche que salimos a robar estrellas para deshabitar los amaneceres, fuimos iguales. Sólo fue una noche, en una noche sucedió lo que nunca debió haber sucedido. Te vi. Lo recuerdas? Recuerdas que te vi? Yo lo recuerdo perfectamente. Te vi y ahí me quedé. Con ternura o con ganas de matar? Siempre te he mirado y siempre lo haré con ternura. Eso mismo es lo que produces en mi alma, en el temporal de mi alma, sólo hay ternura para ti. Pero qué fue lo que pasó? Pasó que la soledad me envolvió en su manto de mutismo. Supongo que ya no buscas la verdad y ese suponer me deja respirar, de vez en cuando. No sería capaz de decirte la verdad. No soy capaz de amarte menos y condenarme a tu eterna indiferencia. Prefiero espiarte cada tanto. Escaparme por las líneas de una poesía mal escrita es lo mejor que puedo hacer, es lo único que sé hacer para no perturbar tu paz. Confieso aquí que te extraño más de lo que me permito reconocer ante los demás. Es que los demás no tienen idea de lo que sucede en estas paredes que contienen mi alma. Los demás me ven sonreír sin imaginar que tú has volado por mis pensamientos. Los demás se acercan y en todos busco tu perfume para orientarme pero no lo está. Y sigo perdida en la fiesta que inventaron para hacerme feliz. Nadie, nadie sabe lo que siento por ti. Aunque hay días y noches en las que aparentemente mis ojos no pueden callarse, así que cuando me veas esquivar tu mirada, sólo es temor a decir lo que callo...
Tanta es la tristeza que hasta la soledad se apiada y me abraza más fuerte, vaya ironía. En estas altas horas, cuando la música impide sonreír y la distancia (40 km), abrazarte, te espío a través de mi imaginación para encontrarme con tu mano enlazada a la mano de aquella que ocupó mi lugar...

martes, 30 de agosto de 2011

Podrías...pero no lo eres

Buscándote por los espacios menos imaginables, me encontré...
Quise evitar este silencio y este universo de abrazos pero tuve que atravesar los desiertos del amanecer, sacudir las lágrimas y maquillar las estrofas grisáceas para hallarte y para hallarme. Recordando los espacios vacíos es como descubrí que amarte así no tiene lógica ni existe razón para seguir amándote tanto, vida mía. No necesito ya que me entiendas. Sólo necesito que no olvides lo que dije aquella vez, sólo tuve valor para decirlo una vez. Quizás sólo seamos almas vagabundas, sin techo ni razón de ser, a la deriva por los suburbios de las noches estrelladas pero somos y por ser tenemos obligación de sonreír, derecho a sonreír. Ya no me pesa esto que siento, ya no me molestan los agujeros en el pecho para respirar. Ya no se me escapan las palabras cuando te veo ni se me frunce el ceño cuando no te veo. El equilibrio lo hallé al encontrarme. Podría decir muchas cosas en esta página testigo, pero prefiero callar. Tus labios tienen la llave para destrabar mis labios, y como se que no vendrás, seguiré entonando al silencio a pesar de todo. Y a pesar de todo sigues conmigo, y a pesar de todo siento que te amo. Aprendí a sobrellevar esta carga. Te aseguro que ya no se estropea mi sueño por extrañarte. Ya no malgasto plegarias para rozarte ni me aferro al recuerdo para no desfallecer de amor. Podrías saber todo aquello que el mutismo custodia, podrías ser mi sombra en la habitación, el cigarrillo en mis manos y hasta podrías ser el ángel que me acaricia mientras duermo. Podrías...pero no lo eres. Y la historia está bien así. La historia no tiene por qué ser diferente. Ya no me amarga el café el no hallarte en mi almohada por las mañanas. Ya no me sujeta la melancolía ni me pierdo el ocaso por temor a despediciar miradas en algo más bello tú.
Me encontré buscándote y pude descubrir que tu nombre, aún siendo esa lanza que perfora mis espacios, tu nombre se evaporará como la niebla sobre la ciudad...

lunes, 29 de agosto de 2011

Otro día...

Como un manto de humo, la neblina esta vez cubre la ciudad en la madrugada. No veo más allá de la esquina, pero tengo que salir a sabotear mis propias realidades antes de que sea demasiado tarde para mis sueños. Es increíble cómo la humedad suspende el tiempo. Todo queda inmóvil, quieto, petrificado. Y yo debo salir de cualquier manera. No hace frío, aún no hace frío. Sonreír con ironía es lo menos que puedo hacer. Esto parece un cuento de suspenso en descomposición. Y una burla cruel del destino, en el caso de que exista. Es que mi alma está igual que la ciudad, cubierta de niebla. En algún rincón del universo existe alguien más sonriendo. Los fantasmas de siempre, que ya no asustan a nadie, mucho menos a mi que ya me acostumbré a su compañía forzosa, salen a pasear por las calles deshabitadas. Se sientan en los cordones de las aceras vacías. Vigilan la monotonía y me acompañan al trabajo. Parece que la madrugada quedó insomne como yo...
Quizás era mentira tu mirada de ayer, quizás inventé la mejor mentira para creer en tu mirada de ayer. Por alguna razón que aún desconozco, la ciudad y el alma se parecen en esta madrugada de neblina extrema...otro día para pensar en ti y en tu boca, otro día para extrañarte, otro día...

El cielo puede esperar

("El cielo puede esperar", 
título de una canción de Attaque 77)


Como todas las noches desde que no estás aquí, me tiro en el sofá a contemplar lo que hubiera sucedido y aquello que no sucedió, exactamente eso que nos separó. Recorro los paisajes grises de mi memoria y me obligo a ir a la cama luego de horas, días sin dormir. Todos saben que no he vuelto a encontrarme con la razón, será quizás por ello que nadie se detiene a ver más allá de mis pupilas. No los culpo, yo elijo alejarme siempre que se acerca el temporal. Y así, completamente solo, vino la desalmada muerte a encontrarme. Me andaba buscando hace tiempo pero nunca la había deseado tanto como esa noche, como esa otra noche. Y me escuchó pues. Y allí estaba. Sujetándome, sin remordimientos y sin clemencia. No suspiré como de costumbre. No derramé ni una lágrima. No esperaba consuelo ni contemplación alguna. Pero, de pronto, como si realmente estuviese viendo mi existencia en la pantalla arruinada de un cine, vi pasar cada escena, cada recuerdo, todo se iba y yo me iba con todo. No. Así no es. Así no debería ser. En el último instante, rogué por que me dejara. Suéltame, le grité. Déjame, le imploré. Aún me pregunto qué pasó aquella noche. De madruga desperté. Todo estaba claro. El sueño se petrificó en mis ojos. Supuse, algo dormido aún, que habiendo encontrado razones para respirar, el cielo puede esperar. Es que aletargado en la sonrisa cómplice de una muerte sin rastros descubrí, para bien o para mal, que hay tantas lunas para admirar, tantas estrellas por colgar, tantas flores por cortar. Hay demasiados cielos vacíos mientras otros no tienen más espacios para llenar, para contemplar. Existen almas varadas en ciertos rincones de amaneceres sin aduanas, esperando un abrazo sin razón. Hay cientos de palabras que nunca escuché y otras que me prohibí pronunciar. Hay ciertos ángeles con demasiadas lecciones mientras otros andan sin escuela. Hay pocos lazos que unen pero pesados como cadenas. Existen cientos de relojes que nadie reparó para que vuelvan a cantar. Hay demasiadas miradas cargadas de lágrimas que deseo secar mientras otras pasean sin saber mirar. Y como estas hay pilas y pilas de razones más para continuar respirando, para continuar pisando intentando dejar huellas. Claro que el cielo puede esperar, así será por algún tiempo más...queda mucho por hacer aún...




jueves, 25 de agosto de 2011

Detrás de tus ojos...

"...alguien dijo no somos nada
y sin embargo..."
(De "Después", Las pastillas del Abuelo)

La noche enmudece detrás de tus ojos. Cuántas veces te pedí que no dijeras nada? cuántas lunas se callaron para que pudieras hablar? Tantas oportunidades para resistir la tentación y al final, como de costumbre, cediendo las huellas es como acaba la historia. No aprendes más. Las elecciones que hagas marcarán el sendero. Las flores que cortes adornarán las cicatrices. Cuándo será que entenderás la verdad sin tantas explicaciones? No es más fácil encontrar una estrella en el mar que la razón en la locura. Y es una tortura diaria amarte como te amo. Puede que ni yo sea consciente de este amor, alguien dijo no somos nada y sin embargo, mira cómo se enlazan nuestras almas cuando caemos a la superficie necia de la realidad. Las miradas dicen todo aquello que callamos. Las miradas nos sumergen en la eternidad negada y condenada, esa eternidad de los días separados, de las noches a solas con el recuerdo. Basta de amaneceres y rocíos. Basta de escaleras sin peldaños. Soñemos que la noche no termina nunca y que el día es una ilusión. Me pediste un motivo y te di mil excusas, imagina si me hubieras pedido la verdad? Estarías más perdido que las sombras de los fantasmas que anidan en el bulevar. No crees que sería más simple sujetar por los extremos los sueños a soltarlos sin raíces? Deja ya de buscar razones. Te amo. Punto. Punto. De la idea al hecho hay un largo trecho, dice un refrán, pues de lo sentido a lo sufrido sólo hay una mirada, la tuya, mi amor privado. Seguiré resistiendo a la tentación desalmada de besarte cuando te veo. Seguiré acumulando versos en el cuaderno azul que me persigue. Seguiré como hasta el momento, amándote en silencio...

martes, 23 de agosto de 2011

Amiga mía, luchar contra lo inevitable no te dará más fuerzas. Luchar contra la realidad no te dará más sueños. Deja de caminar por los pantanos de la duda. Ya es tiempo de entender que crecer no es para todos. Acumular lágrimas sólo te hará más permeable. Cuando las preguntas son simples, las respuestas no pueden ser complejas. Enojarse es el mejor atajo para no dar explicaciones. Tu sonrisa vale más que la mueca burlona de la soledad. Animarse a ser uno mismo aún siendo dos es lo que  impedirá que te pierdas. No te pierdas. Sumergirse en la tristeza tampoco te hará buena sorteadora de penas. Sonríe...nunca sabes quién puede estar mirando, seguramente alguien lo está haciendo, y seguramente a alguien más estás haciendo sonreír. El tiempo no se detendrá a curar tu herida, lamento decirte esto, pero es la verdad. El tiempo no se detendrá por nada. Cuántas vidas crees que tienes? Por el momento, sólo tienes esta vida, no te parece que hay que empezar a ser feliz? Tus miedos, tus temores, tus dudas, tu tristeza, todo es entendible, todo eso lo puedo comprender y hasta compartir, sólo que no permitiré que dejes de ser lo que eres, perdona mi "honestidad brutal" y mi "locura" pero deberías abandonar el barco antes del naufragio, no por cobardía, no querida, simplemente por inteligencia...el futuro llegó hace rato dijo una vez el Indio Solari, habría que empezar a vivirlo, no?

Te quiero, de cualquier manera...ya lo sabes...no te pierdas...ya conoces el mapa...sólo tienes que recordarlo...

"Operativo retorno"

A veces, raras veces, ciertos sueños o ideas, se toman el trabajo de viajar hasta la realidad y se animan a cruzar el portal. En esas grandes y valientes ocasiones, la vida da un vuelco y la sonrisa se deposita en tu rostro...Sucede, me sucede pues, que ahora mismo estoy sonriendo. Mañana es el gran día, mañana empieza el "operativo retorno". No será fácil, los cambios siempre producen o generan cierta incertidumbre que no siempre se puede manejar pero bueno, esta vez son necesarios. Después de pasar noches enteras, literalmente, sin dormir y de naufragar por aguas turbulentas y llenas de dudas, decidí volver al lugar que me vió nacer y del cual también había decidido alejarme. Razones para volver tengo de sobra, hay quienes lo entienden y quienes siguen cuestionado mi decisión de regresar. El camino que me llevó a esto no fue agradable, pasé por las tinieblas del miedo y me desmayé un par de veces antes de elegir. Tuve que juntar valor entre los insomnios y poner en la balanza ciertas cosas que quizás nadie comprenda, salvo yo. Cierta noche comprendí que la vida me estaba pasando por arriba, no estaba haciendo lo que quería hacer. Lo que ya no quería hacer porque hace más de cuatro años, esto sí era lo que quería hacer. Pues ya no lo quiero. Comprendí que lo que en un principio me daba alas para ser libre, ahora estaba convirtiéndome en prisionera de mi misma. No sirve vivir así, teniendo las herramientas para cambiar. Y vuelvo porque me cansé de imaginar que podría estar mejor cuando en realidad, puedo estar mejor. Extrañar fue lo que más pesó en la balanza. Y no sabía que podía extrañar ciertas cosas que me parecían "aburridas" o "malas" como por ejemplo, caminar por el medio de la calle a las dos de una madrugada sin luna y bajo la lluvia, poder ver exactamente cómo el sol desaparece en el horizonte sin que ningún edificio me lo impida, pasear en auto con amigos dando cien veces la "vuelta del perro" y terminar en el bar de siempre tomando una cerveza en verano o un café en invierno, ver cómo las luces amarillas que prenden de los cables en otoño y con niebla convierten a la ciudad en un pueblo fantasma. Pequeñas cosas que antes creía no tolerar, ahora me son imprescindibles. Y lo que más se extraña estando en un lugar que no es el de uno, es a la familia y a los amigos de siempre, esos que te conocen más de lo que uno se imagina. Quise irme, es cierto, ahora quiero volver, ahora volveré. Aquí donde vivo también tengo una vida que elegí pero ya no es lo que quiero. Ahora quiero estar allá, y es justamente lo que haré. Mañana empieza el "operativo retorno", y lo llamo así porque tardará algún tiempo en concretarse, hay mucho para hacer antes de poder volver pero al menos, ya empieza, al menos ya comienza a ser realidad aquello que imaginé: mi propio negocio y en la ciudad que me vió nacer...por fin la sonrisa es digna de posarse en mi rostro...

miércoles, 10 de agosto de 2011

Unos y otros...

Hay quienes eligen permanecer lejos de los arrebatos que produce el amor. Son los menos confiables a la hora de sacudirte el polvo que llevas en los brazos. Incapaces de abrazar, infieles y traidores a la hora de la verdad. A veces mienten tan perfectamente bien que hasta ellos mismos se creen sus mentiras y terminan por convencerte, entonces nunca te das cuenta que te están mintiendo. En ciertas raras ocasiones, quienes se alejan del montón, acaban ciegos de tanto brillo que emanan. Ciegos pero con el alma libre de toda materia contaminante. También existen aquellos que aún en medio del tumulto de la gran ciudad, están solos y hasta sin sombra. De estos hay tantos que son como fantasmas a la deriva en su propio infierno. Alguna vez, hace un tiempo ya, me reconocí en el rostro de uno de estos últimos y la verdad que lloré sin consuelo. El espejo vacío es otra forma de esquivar la verdad. Y me explotan por dentro las palabras, todas ellas. Incluso las palabras que digo pero que no se entienden, que tú no entiendes. Y todo es una decisión, vida. Decides quedarte o decides irte. Decides volver o decides seguir ocultando pasos para atrás. Todo es una decisión. O acaso crees que eres libre sin decidir? A mi, por más que me pese, me resulta agotador esta existencia fantasma y llena de toma de decisiones. Tomar la pastilla para dormir. Levantarme para ir a trabajar. Fumar. Dejar de fumar. Salir a caminar. Lavar los platos hoy o mañana. Expulsar el polvo de los muebles. Escribir o leer. Dormir o soñar. Todo, todo es decisión. Y como dice mi amigo Ce, hay instantes que lo cambian todo. Y sabes qué? En esos instantes, la más efímera y hasta inconsciente decisión es la que lo cambia todo...
Pero aquí estamos, habitando el mismo espacio y tan lejos de abrazarnos unos a otros. Es que no pueden unirse aquellos que no saben de qué se trata realmente el amor con aquellos que lo han entendido. Y esto pasa por simple mala práctica y escasa voluntad para aprender. Yo intento aprender a cada paso, voy acumulando rincones y vaciando viejos estantes donde sé que la luz tarda en llegar, y aún así, me pierdo lecciones. Hay otros que no se atreven a pisar ni siquiera a sobrevolar las lecciones que los hicieron grandes, cuando no también más pequeños, pero la decisión de hacerlo los vuelve portadores de oscuras verdades o vendedores de blancas mentiras que pocos creen. Ya no creo en la utopía de amores posibles, es triste, sí, pero mantengo mi esperanza en amores próximos. Cuando el amanecer cae y estropea la noche, los sueños son más confiables que la realidad, a veces absurda, de abrazarnos y continuar uno, aún siendo dos.
Mediocres son las miradas de quienes no saben amar, y si no lo saben es porque no han querido aprenderlo,como siempre en casi todo. Y no olvidemos que todo es una decisión, vida mía. Voy a intentar, intentar decidir mejor cada vez que sea lo suficientemente capaz de reconocer que se aproximan esos instantes que lo cambian todo...


P/D: Gracias Azul Tokio por escribir de manera tan bonita y sencilla...y por darme pequeños puntos de fugas...Abrazoooo!!!!

martes, 9 de agosto de 2011

Me aguanto...

Sólo porque sabes como mirarme para hacerme daño no significa que yo dejaré de mirarte. Me aguanto las ganas de reposar en tu ombligo y de amarrarte a mi orilla triste del ayer que nos conoció juntos. Hice todo lo humanamente posible por alejarme, por no buscar tu sonrisa en este lado tan necio y cobarde. Derribé mis propios muros para sentirte cerca. No hubiera sido capaz de pronunciar tu nombre en este silencio que me abraza si tú hubieras estado a mi lado. Siempre me gustaron los acertijos y las señales. Intenté mostrarte mis innumerables formas de mirar, no logré demasiado, sigo aguantando que todavía hagas las preguntas incorrectas. Y ya no puedo nadar contra la corriente. Será que es tan difícil entenderme? Por qué en lugar de preguntar si puedes hacerme una pregunta, no preguntas si puedo contestarte una pregunta? No crees que cambia y mucho la cuestión? No voy a explicar nada más. Ahora mismo te dejo con la mejor melodía que conozco, el silencio. Y me voy a buscar los mapas para ya no perderme en tu memoria. Si te ruego que dejes de mirarme, me hallaré perdida, ya lo sé, entonces, opto por controlar mis impulsos de besarte y de abrazarte. Elijo permanecer inmóvil a no tener manera de frenar. Huyo antes de volver a perderme. Y me aguanto las ganas de matar...y me refiero a tu recuerdo...

lunes, 8 de agosto de 2011

Las cosas están así...

Tengo menos para ofrecerte que cualquier otro mortal. Incapaz de sobrellevar la ausencia, injustamente a la intemperie, arrepentida de no amarte como siempre, y sin embargo, dueña de mi alma y mi silencio. Y a ambas te las hubiera dado. Porque lo que vos no entendés es precisamente lo que me mantiene suspirando por los rincones. A veces, pequeñas veces se me ocurre confesarte la verdad, pero te miento jugando con las poesías de Neruda y con las que jamás te regalé. Es cierto que mi olvido no es digno rival para vos, siempre ganarás. En cambio, tu olvido siempre me gana, amor. Qué podría ser peor que acumular derrotas?, supongo que no arriesgar nunca nada. 
Tu ignorancia me mantiene a salvo de la ridiculez. Yo naufrago cada tanto y acabo llorando, rogándote que me acurruques en tu cuello, ese lugar que no debería de besar nadie más. Pero, (maldita palabra), las cosas están así hoy. Yo ando a los tumbos, tropezando con tu recuerdo y ni hablar que peleando contra la ausencia y tu olvido, y aún así, respiro y sigo caminando. Mantengo la calma a orillas de la confusión y sigo guardando mi alma y mi silencio para cuando decidas enterarte que cualquier otro mortal no podría amarte como yo...

Sólo ahí

Pensarás que deliro, puede que lo haga, pero fueron las interminables fases de la luna, las que me obligraron a callar y las que me obligan a seguir callando. Verás, hay cierta realidad ajena a tu realidad, es como si realmente existiera un universo paralelo, un tiempo paralelo. El tiempo pasa cuando nos miramos al espejo, cosa que yo, la verdad, evito. Pero sólo en esos instantes somos concientes de ello, bueno, sólo en esos instantes, yo soy conciente de que pasa porque la verdad que no siempre me atrevo a revelar, es que mi tiempo se paralizó, se detuvo y es como si hubiera muerto en aquellas calles, llenas de gente, autos y suspiros, allí donde caminamos juntos, abrazados, a la par y para siempre allí. De recordar, pasaron muchas lunas, sin dudas que los días se acumularon en el almanaque que no tengo para traer a otro año, pero yo me quedé en aquel efímero y fugaz instante donde la ciudad no era triste ni cobarde y donde mi beso se refugió en tus manos, sólo ahí. Tuve la impresión errónea de que me amabas. Y hoy, suplico para olvidar, creyendo ser escuchada. 

Mi mejor invento para develarme es tu mirada. Mi mejor sueño para no sucumbir ante los temblores de lo inevitable es tu rostro entre mis manos, tu cabello entre mis dedos largos y sin uñas. Quizás la ilusión me ayude a dormir, descansar ya lo descarté. Pero como sea, las lunas siguen pasando desapercibidas, sin enterarse de que en mi propio universo hay una grieta, y en esa grita hambrienta, el tiempo se estancó, se reveló y quedó quieto, en aquel instante donde, sin saber la verdad, nos amamos, sólo ahí...y si callo, si sigo buscando al mutismo de amante, ya sabes dónde buscarme para encontrarme. 

Pensarás que deliro? Qué gran pregunta para tu pequeña alma...

jueves, 4 de agosto de 2011

De un lado para el otro...

Qué me pierdo de lo desconocido y qué gano de lo conocido si te beso ahora? Qué será aquello a lo que le temo tanto si cuando te me acercas así lo único en lo que puedo pensar es en tu boca sobre mis labios? a veces, muchas veces, me creo la historia que inventé cuando te conocí y me sumerjo en la libertad de mi imaginación para no desfallecer de amor. Habrá realmente algo más fuerte que el amor? Lo dudo y dudando es como llego a la idea falsa de que me amas. Pero sonrío, y sonriendo abarco con mis brazos la distancia y te abrazo mientras tú duermes, sin saber que te estoy abrazando.
De imaginar que podría suceder, llegué a creer que sucedería y fue ahí dónde me perdí, el punto exacto del comienzo de esta nefasta historia. Y así andamos, vida, tú conciente, concentrado y casi sin equipaje por el camino que elegiste, yo de un lado para el otro sin más y con tantas valijas que caminar me resulta bastante cansador...
Quizás la mejor idea es olvidarte, aún cuando ya lo haya intentado y del intento al hecho me queda la memoria. Y del silencio cuando te veo al trueno de mi garganta, está mi boca, y de mi boca a tu boca sólo hay un paso, pero pego la vuelta y encaro en quinta la huida. Cobarde? Sí, tal vez...tal vez no...Piénsalo de esta manera, besarte no es el problema aqui, el problema sería dejar de hacerlo...todavía crees que soy cobarde? no es cobardía, es amor...
Lo pensé tanto ya, que me contesto absolutamente sola. Qué me pierdo? Pues resulta que nada, yo ya estoy perdida. Qué gano? Pues ganaría algo si fuera buena jugadora, pero no apuesto y no gano porque resulta que tampoco sé perder.

lunes, 1 de agosto de 2011

Para peor de males...

La rutina me ha sofocado lo suficiente como para fugarme de los lugares frecuentados e irme a otro. Un fin de semana en otra parte. Una ciudad distinta, o no tan distinta pero al menos no me quedé aquí donde vivo ni me fui allá donde nací. Pero lo que sirve para cambiar de aire, no sirve para alejarme de tu perfume. Y te extrañé, otra vez. De nada me valió la huida, tu recuerdo me ha seguido, no se quedó donde lo dejé, me acompañó, me acompaña aún...
Para peor de males, hoy lunes, otro lunes, como si no fuera suficiente con serlo, el tiempo se volvió más loco de lo que yo suelo ser y empezó a nevar!!! Sí, sí, ha caído nieve por la mañana en estas extensas llanuras. Increíble, otra de las cosas increíbles que suelen pasar, como que tu perfume siga en mi almohada...

viernes, 29 de julio de 2011

Tuve un sueño, ahora una duda...

Hoy madrugué, eran las diez y media de la mañana y es un milagro despertar antes del mediodía. Sucede que entre las pastillas para dormir (que no son para no soñar como las de Sabina) más mi trabajo y mi noctambulidad me obligan a acostarme tarde, bien tarde y por consiguiente, no puedo, ni aún haciendo el intento, levantarme más temprano. Pero desperté con cierta incertidumbre. Tuve un sueño, uno de lo que recuerdo, al menos. Y sería un sueño más sino no fuera por el hecho de que me encontré con cierta persona, cierta alma que ya no forma parte de mi sendero, ya no camina a mi lado. Y es que a veces estos destinos que nos atraviesan son demasiado traviesos y pocos confiables. Siempre me asalta la duda cuando alguien aparece en mis noches o no tan noches, de esta manera. Comienzo a preguntarme el por qué. Sí, no sé ustedes pero yo siempre ando buscando los por qué, y termino buceando en el pasado y hasta en lo que no pasó pero podría haber pasado, sobre todo en este caso, cuando esta hermosa alma ya no es una estrella más en mi universo. En fin, ahora ando dudando entre llamarla y preguntarle cómo está, quizás no está bien, quizás está muy bien, o si me quedo de brazos cruzados, algo que me sale bastante bien en estas situaciones, y así me quedo con la duda eternamente anclada en mi propia alma. Es que, verán, solíamos ser amigas, en realidad creo que siempre fue mi amiga, yo no llegué a convertirme en tal para ella, pues nunca sentí que confiara en mi, y la cuestión es más compleja pero para sintetizar no sé muy bien cómo actuar. Siguiendo mis impulsos, la llamaría, sólo que no suelo ser impulsiva, las veces que lo intenté no terminaron bien las cosas. Y esto va más allá de un simple sueño. Se trata de almas. Todo el tiempo nos estamos encontrando con personas. Algunas se quedan y llegan a ser tan importantes como aquellas que se van y nunca más sabemos de ellas. Pero todas, al menos en mi, dejan un huella, una marca, cuando no también una cicatriz. Y esta persona con la que soñé ha sido considerada una especie de alma gemela por mi, es que acaso nunca les ha pasado?, nunca se han encontrado con alguien que jamás antes habían visto y de pronto es como si se conocieran desde siempre? No sintieron esa familiaridad en la mirada? Es como una especie de reconocimiento automático. Bueno, en fin, a mi suele pasarme, no con todas las personas con las que me cruzo, pero sí con algunas y son esos los momentos en los que más deseo que el tiempo se detenga. El hecho de haberme cruzado con esta alma y el otro gran hecho de que haya desaparecido de mis horizontes por simples cuestiones ajenas al entendimiento de todos, incluso del mío, me dejan sin pretextos, sin excusas para acercarme o para intentar acercarme cuando me pasa esto que me pasó, soñar con ella y de pronto sentir la necesidad casi absurda de saber cómo se encuentra. Es que bueno, hay muchos que saludan o preguntan cómo estás por simple educación o costumbre, en realidad, para esta loca sin motivo, preguntar cómo estás? es realmente querer saber cómo estás, sino, la verdad que ni me molesto, pero bueno...el día ya empezó de nuevo, las calles están llenas desde antes de mi despertar, y es posible que acabe por no hacer nada, por quedarme con la duda instalada como espina en el alma, o quizás, si junto coraje en el resto del día, hasta puede que le escriba un tímido correo y así me saque la incertidumbre...(y en el fondo, en lo más profundo del alma, sólo le temo más al silencio que a la ridiculez)...

jueves, 28 de julio de 2011

...como mejor me convenga...

Cae la noche y para variar, comienza el temporal. Los vendavales de tu voz que no me escucha arremeten con más fuerza que mi pobre voluntad por no encontrarte. Quizás tengo demasiado cansancio, quizás es cierto lo que me dijo la doctora los otros días, no tenés nada, NADA. Vaya uno a saber por qué entonces se me escapa el aliento. Quizás yo también tengo razón al decir que no puedo respirar de tanto extrañarte. Sueños y miedos se filtran por las hendijas de la taciturna e insomne oscuridad, la misma que envuelve y protege tu recuerdo. Es que tu recuerdo es como la manta que me cubre el alma, un haz de luz invisible, un escudo de ciegos soldados protegiendo tu recuerdo de mis ganas de presionar la tecla "Supr" como si fuera así de fácil, y todo resulta ser el espejismo más real hasta este tímido momento en el que te espío dormir. Y es que por espiarte, hace semanas que no duermo. Y sin dormir, ya sabemos cómo acaba el cuento. Yo intentando descifrar los acertijos del universo mientras los que me rodean comienzan a pensar seriamente en que quizás perdí la razón. La verdad es que poco me importa lo que les pasa por la cabeza, me importa más lo que te pasa a ti por el alma, y como quizás no lo sepa nunca, me armo la historia como mejor me convenga, o sea, creo que estás pensando en mi y que quieres abrazarme. Al final, cuántos saben la verdad? El mayor riesgo que corro al correr contra la rutina y mediocridad es permanecer lejos de la verdad que otros dicen tener, que otros dicen que existe. Siempre estaré a contramano, no porque vaya dormida y me confunda de esquina al girar, sino porque siempre veré el cielo con otros ojos, y sentiré la brisa con otra piel, porque simple y llanamente, soy otra...
Me iré a reposar con el libro de Rosa Montero, "La loca de la casa", que se me hace familiar. Los sueños que no tengo, los puedo inventar, como a ti, mi amor, que no te tengo pero puedo inventarte. Pensarías que puedo confundirme, y si, un día ya no habrá vuelta atrás, algún día vendrán por mi con un chaleco blanco pero hasta entonces, y luego también, seguiré amándote, extrañándote, imaginándote...

miércoles, 27 de julio de 2011

Seguir escribiendo...

Últimamente las escasas ideas se me fugan y acabo en el único espacio que me permite recuperarlas, este, mi universo. Volví a caer en el maldito vicio del vacío y del silencio, aún teniendo tanto por decir, las palabras se me ríen en la cara y desaparecen, jugando con mi paciencia, bastante escasa también por estos días. Tomo decisiones ridículas, como armarme un bolso con dos o tres pelotudeces y querer salir a patear rutas desconocidas para acabar envuelta en un terrible viaje a la demencia. Hay una intrusa dentro de mí. Quizás en realidad, pensándolo un poco, no es una intrusa, soy yo misma pero a través de un espejo no muy fiel, y tal vez, la infiel sólo sea yo que peleo contra nadie, o contra mí misma, pero en fin, parecemos dos habitando un alma un poco estrecha y bastante oscura. De lo que no puedo decir, de lo que no quiero decir, para ser más franca, a lo que realmente cuento, el trecho es sólo un nombre, un nombre que me lanza y me lanza, continuamente a este encierro. Somos dos o más quizás, la misma persona. Sé que no soy la única que pasa por este trance de personalidades, a veces no son sólo personalidades y no crean que tengo algún trastorno, aunque lo pensé y al hablarlo con la persona que me escucha aparentando entenderme, ya sé que no lo hace o que en realidad, sólo ha estudiado lo suficiente como para recibir un título y pegarlo en la pared, pero hablando con esta persona, me dijo que no, que no tengo ningún trastorno, tengo demasiadas cosas en silencio reposando a orillas de un precipicio y que justamente se encuentra en mi alma, vaya novedad, no? Y cabe rescatar que pagar para que le digan a uno lo que ya sabe, me resulta una tremenda estupidez, pero también sé que es necesario, porque bueno, debido a mi cobardía y a mi falta de carácter, que gracias a dios es la parte que prevalece de mis dos yoes, tomo el camino más fácil, que es precisamente seguir andando sin sombra, es que el otro camino, el más complejo, por el que me quiere llevar la otra yo, es demasiado brusco y doloroso, prefiero seguir así a no tener cómo dar explicaciones. De igual manera no me gusta dar explicaciones aún cuando todo el tiempo ando dando explicaciones y mis tormentos se trituran de tantas y tantas explicaciones pero ni así logro que me abandonen.
La parte que prevalece de mis yoes es la que anda vaciando los cajones porque le apasionan los estantes vacíos, así siempre hay lugar para acomodar, siempre en el siguiente orden, las derrotas y las victorias. También es la que se dispone de buena gana y se sienta a leer para no tener que pensar e incluso la que, aún teniendo mucho para decir, prefiere escuchar pues a veces, hay ciertas voces que suenan demasiado bonito como para desperdiciarlas. Pero ya saben, existe la otra parte, el lado oscuro o el lado menos luminoso, y esa es la que me obliga a permanecer inmóvil cuando vienen a buscarme los perros hambrientos de la desesperación. Y es la misma que piensa que lo que pudo haber sido, hubiera sido si no le hubiera hecho caso a la otra yo, la que se escapa y no tiene paciencia para esperar. Incluso la declaro culpable de mi maldita costumbre de despertarme antes de que suene el despertador, que me obliga a permanecer despierta para no perderme nada sin entender que necesito cerrar los ojos un rato más para saber que no estoy sola y que no me pesa la decisión de quedarme sola cuando es que así lo decido.
Hay una que se esconde cuando aparece el amor y la otra le grita en la cara todo lo que siente. Está esta otra que alquila estrellas para ver mejor a la luna y otra que seduce a la oscuridad para no tener que ver nada más, como si así no siguieran sucediendo los días y las cosas que pasan en esos días. La otra parte me pide que salga a destrabar cerrojos por los senderos llenos y re contra llenos de alimañas y de espíritus no muy amigables, mientras que la otra me ruega por que permanezca atada a la silla de los buenos momentos y nunca salga más allá de las ocho de la noche, es que según me dice, luego, los traviesos duendes de las penumbras juegan con las fronteras y arman laberintos adornados de botellas para que nadie pueda volver a su casa y así poder, ellos, disponer del tiempo necesario para desarreglarlo y desordenarlo todo, hablo tanto de la casa como del alma. En fin, enloquecer no era tan mala idea considerando que ahora ya estoy loca, y después de todo hay quienes se aniquilan con sustancias ilegales y acaban peor de lo que acabé yo, o mis dos yoes, pues una no es sin la otra, y aún siendo tan antagónicas mis dos partes, ambas van de la mano, tironeando, eso sí, y a los empujones pero andan a la par, y sinceramente, me cansan, me saturan como si fuera alguna especie rara de solución química, me hartan, me consumen las energías que necesito para afrontar los días y no morir en el intento. Realmente me asfixian, me quitan el aliento cuando las encuentro forcejeando, inútilmente busco escabullirme cruzándome de vereda o girando en la cama o escuchando música a todo volumen. No puedo librarme de mis yoes, terminaré aceptando a ambas partes de mi misma porque presiento que sucederá todo aquello a lo que le temo, pero eso ya es otra historia, y las historias que se confunden son las que no se cuentan en el momento oportuno…
Entre ambas, en una lucha sin cuartel y menos en este fino invierno (como aquel precioso libro de Soriano: "Cuarteles de invierno"), me sumergen en el abismo de la incoherencia y de la nefasta mediocridad de cualquier vendedor ambulante de sueños más propios que ajenos, un ladrón más que lleva a la promiscua idea de fallecer sin dejar un legado en este mundo cada vez más loco y menos lleno de sentimientos que hagan vibrar al alma o que valgan la pena.

Intenté por todos las caminos, dejar huellas y no sombras, dejar palabras y no silencios, siempre quise que me abrazaran y que me dejaran en paz con mis sueños, con mis pesadillas y con todo pero el tiempo me resultó demasiado ridículo cuando comprendí que estaba pasando sin dejarme tatuajes en la piel, esa especie de escudo del alma, pero luego descubrí para alivio de las personas que me aman y para consuelo de mis realidades, que estaba haciendo todo lo contrario a lo que deseaba, pues abandonaba sombras en lugar de pasos, canjeaba silencios por sordos oídos y me quedaba cruzada de brazos sin tenerme el alma que en esos momentos andaba por otros horizontes menos tenebrosos que el de siempre, y entonces, decidí que era tiempo de regresar sobre mis propias palabras, tragármelas y poner al descubierto lo que realmente quiero ser y hacer. Hay gente que sabe más de mi de lo que yo puedo imaginar y también hay quienes creen saber todo y en realidad no saben nada, pues para ambas escribiré. No existe mayor soledad que al momento de tomar una decisión, y he aquí la razón de tanta acumulación de soledades, pues la vida siempre pasa por el puente de las decisiones, y tú, si, tú que ya sabes quién eres, tú tendrás la oportunidad que jamás te di, tendrás la oportunidad de encontrar la verdad sin tantas vueltas y sin tantos silencios.

Confieso que yo sólo quiero ser libre, libre de mí y de los otros. La rutina de vivir como todos y ver que el sol sólo puede verse de día, y de caminar pisoteando las huellas de otros, no es para mí, no quiero eso. Quiero la libertad de estar donde tenga ganas de estar...a partir de ahora esto dejará de ser eso que nunca sucedió, será un montón de pensares y creencias y preguntas para que el que quiera pueda venir a saludar y confundirse tanto como yo. Seguiré escribiendo, lo único que puedo hacer para tener a la libertad de mi lado y de nadie más, pero no tendré la delicadeza de hacerlo bellamente o de intentar hacerlo bellamente, sólo escribiré y liberaré de la forma que se me ocurra todos los fantasmas que me habitan, y todas las voces que gritan en mis oídos serán escuchas por estos párrafos, aún si no es lo que nadie quiera leer o escuchar, a veces, sucede que lo que a otro le pesa a uno lo libera y, como no es lo mismo hablar que escribir, voy a intentar escribir hablando, sin más ni menos...que salga lo que quiera salir, que sea lo que quiera que sea, ya no es más "Lo que nunca sucedió", pues eso era el cuento o novela o historia quizás, de cierto amor que nunca sabré cómo terminó. A partir de hoy, este rincón de palabras simplemente será “Mi universo privado”, que ya, ya sé que no lo es tanto, aquí puede llegar quien no tenga mapas y quien quiera por simple voluntad o por amistad, pero lo llamaré así porque así están las cosas ahora, y como tengo cierta libertad para decidir, bueno, cambio el nombre y a otra cosa. Los cambios que son necesarios en otros aspectos de esta gran vida que llevo, los vuelco aquí, en este, mi universo privado…
En fin, seguiré escribiendo, intentando conciliar mis yoes y tratando de no amanecer sin una sonrisa o algún sueño para recordar durante todo el día…

martes, 26 de julio de 2011

Y ahora qué hago?

Asumí que no puedo respirar de tanto extrañarte, y ahora qué hago? te extraño y  verte es como si el alma volviera a mi cuerpo pero no puedo verte siempre, no puedo amarrarte a mi cuerpo como la sombra que a veces olvido que tengo, y duele...duele pero bueno, dicen que continuar es la idea mejor plantada en cierto universo de plegarias que no entiendo del todo. Y tiemblo de frío cuando nuevamente descubro que no estás. En estos días ando de olvido en olvido, hay días que ando de nube en nube y otros de silencio en silencio, por suerte o confusión, nunca lo sabré, no todos los días son iguales, salvo por el hecho de extrañarte, pero ya te lo dije a eso...
Y perdóname por tantos idas y vueltas, por no haberte sonreído ayer, pero deberías de entender que andaba sin amor, además de sin aire. No fue intencional rozarte y fugarme, tampoco fue intencional escaparme en el preciso momento en que apareciste, justo ahí, en el horizonte de mi mirada. Suelo perderme cuando te acercas, pierdo el sentido, el aire, la razón, las palabras, que no lo creas ya escapa de mis torpes intentos por convencerte y yo me escapo como delincuente acorralado, me escapo de tu lado para darme cuenta luego que no puedo respirar estando tú tan lejos de mi piel, de mis caricias...y te extraño...un abrazo me daría el oxígeno que necesito por estos días. Quizás el delirio ya me consumió y de tanto negar acabé por no creer...y ahora qué hago? no puedo matizar nada más y los extremos me tironean aún estando en la cuerda floja. Siento que no puedo más, y saldré pero sólo para cometer más locuras, como gritarte en la cara que te amo, aún cuando a ti te importe un rábano lo que me pesa tanto por dentro...
A veces, cuando me confundo de sombra, me pregunto y pregunto a todo aquello que me rodea si es que acaso, por simple casualidad, no existirá mejor forma para escapar que no sea esta tontera de la ignorancia y la indiferencia, porque sucede que a menudo, los naufragios menos recordados, son los más trágicos, al menos para mi alma. Pero como son tantas las veces que me confundo, ya no puedo deshabitar la noche en estos cuartos callados donde la vida que imaginé contigo se me acomoda en la almohada como uno de esos gatos que solía tener mi entrañable tía María, y ahí se queda pues, ronroneando en mis oídos todo la noche, esa vida sin voces para callar. Y la casa, eternamente en silencio, me cobija. Y los latidos chocan contra las paredes y se desparraman por los pasillos como si fueran los fragmentos de una marchita estrella caída. Me atormenta, no sabes cómo me atormenta pensar que quizás estés en los tibios brazos de otra amante, juntando las esquirlas de un amanecer, por culpa de los estragos de una noche que estalló dentro de lo que quedaba del alma. Mientras yo, habitante infeliz e inútil de las despedidas, sigo con los ojos abiertos de cielo en cielo, en los cuartos que siguen callados de una casa que rebalsa de fantasmas...
Reconozco poco de la realidad, encuentro mis derrotas maquilladas, mis cimientos astillados, mis instantes efímeros de sosiego, mi inmortalidad descubierta, mi peculiar placer por nadar en el turbulento mar de las palabras sordas, mi amoral conciencia por el olvido y aún siendo menos de lo que podría ser, asumo una vez más, que te extraño y que todo, todo acaba en ti. Y ahora qué hago con todo esto que sé y con todo aquello que sabes tú? Qué hacemos con la verdad cuando la verdad nos prohibe sonreír? Dónde vamos a ahogar las penas si cualquier sitio que frecuentamos, los otros y yo, termina siendo un simple y vulgar deja vú? Y qué habrás hecho tú con mis palabras? desde mi tímido hola hasta con las que le robé a Neruda...
Con tanta incertidumbre y tantos escombros, tantos derrumbes de pasiones, sin melodías el día es un castillo de naipes a la intemperie, y tu voz no llega con tanta distancia. Y ahora qué hago con las partituras de tus labios en este silencio de sepulcro sin muerte?

Ahora comprendo la vida pero sólo aquella que imaginé contigo, y navegando sin brújula buscando los naufragios más recordados, me vuelvo a preguntar y ahora qué hago sabiendo que estás con otra soledad sorteando las nubes de las tormentas, mientras yo sostengo tu alma? Qué hago, mi vida? Te la devuelvo o me la quedo? Si te devuelvo el alma siento que me quedaré a tientas, a ciegas y sin mi alma. Qué clase de ironía es esto? Qué maldita encrucijada del destino, qué fantástico dilema...

El silencio no se atreve a contestar, quizás sea lo mejor para esta búsqueda morbosa de alguna combinación que me de algo de alivio al tormento de amarte tanto, o algo de consuelo para esta tortura de extrañarte, y ya me parezco a cierto alquimista sin fórmulas y sin libros. Parece que mis tormentos, solventados por la realidad de no existir sin ti, son las huellas para continuar perdida y sin mapas.

No sé qué has hecho conmigo, ahora, las demencias de estas noches a solas con tu recuerdo y tu perfume, son los oasis que me permiten respirar en este cruel desierto que me habita desde que te perdí, porque tú no te has ido, yo te perdí...y duele, duele y el dolor cancela todas las emociones...me quedo sin miedo pero llorando y sin consuelo porque asumo que extrañarte me quita el aire y nunca estaré tan cerca del paraíso como cuando en tus manos, amor, ya sabes que no soy una buena persona, para serlo es preciso desterrar los bajos pensamientos y resulta que aún no me atreví a cavar más profundo...

domingo, 24 de julio de 2011

...en un ovillo de carne y huesos...

El aire se convierte es espuma, en una densa espuma. Aquí dentro las ilusiones son como los espejismos trágicos de las noches en vela. Tengo que salir. Y caminar es la mejor opción. Salgo pero en la esquina me atormenta la idea de no poder regresar y vuelvo, agitada, sin pisar el suelo. Las horas estallan en los rincones, y lucho con las escasas energías que me restan, contra todas ellas, y así llega la madrugada, sin sueños ni delirios y nunca sé qué es peor. No sé qué es peor, si no poder dormir o no poder soñar. Cada pensamiento, cada tormenta que nace me va convirtiendo en un ovillo de carne y huesos, pero sin alma, sobre una cama demasiado vacía. Y empiezo a comprender las verdades que me niego a recitar. Y empiezo a aceptar las mentiras que me obligan a escuchar. De pronto, el sol entumece mis ojos, y el llanto se presume poco digno para venir a consolarme. Descubro, envuelta en un terror sin precedentes, que son tantas las cosas pendientes...vuelvo a intentar respirar y me desmayo sin entender qué carajos está pasando. Me despierto sin noción del tiempo ni de la vida, escucho la canción de siempre a orillas de mi propia impotencia. Aletargada entre las horas que me vencieron y las voces que ya no puedo callar, malditas voces, suspiro para reencontrarme con cierta sonrisa y ciertos ojos...suspiro para volver a respirar...suspiro para encontrar el coraje de levantarme y salir a fingir por las calles que ya ni te recuerdo..

Lamento no ser lo que un día fui, lamento tener que sonreír cuando te veo...y tener un diluvio en el alma...las malas decisiones me trajeron al silencio, y ya no puedo salir, cosa que también lamento...

lunes, 18 de julio de 2011

Desisto...

Desisto absolutamente de la idea, de la precaria idea de olvidarte. Ya está. Basta. Me dejo caer en la verdadera historia, no soporto seguir caminado evitándote. Si he cruzarme con tu voz, que así sea. Si he de sucumbir en tu mirada, que sea lo que quiera Dios. Ya me harté de tantas vueltas, tantos esquivos y marchitos malentendidos. De cualquier manera vendrás a quitarme el sueño para llenarme de pesadillas las noches. Para qué voy a continuar habitando esta tristeza si es imposible llegar al olvido por los caminos tradicionales, los únicos que conozco, al menos. Se acabó esto de irme antes de que llegues, esto de dar cien pasos de más para no caer en tu sombra, maldito pueblo chico. Me da igual ya.
Hoy desisto y me abandono en los brazos del destino. Si nos volvemos a cruzar (inevitablemente así sucederá) tú no olvides que yo me aparté...yo me encargaré de recordar el por qué...te parece, amor? ah, perdona, se me olvidó que no puedo llamarte más así...

domingo, 17 de julio de 2011

Tan fuerte...

Otro día más sin sentirme acorralada por tu mirada y me quedo navegando sin más brújula que mi propia y desalmada melancolía. No sé qué hubiera ocurrido si aquella noche en lugar de escaparme por los caminos del silencio, te hubiera abrazado tan fuerte que me habrías pedido que te soltara. Y preguntarme esto es como preguntarse qué hubiera ocurrido si el lobo feroz hubiese sido en realidad un príncipe encantado...
Pero los días, y las noches, siguen pasando, mi vida. Y te sigo buscando y no te hallo ni en las fotos que acumulo sobre los estantes de una vacía biblioteca. Me acomodo en el sofá verde que acarició tu piel y cierro los ojos evitando la luz que entra por la ausencia de gente en esta casa. Y te imagino. Tu voz en susurros desprovistos de cualquier tipo de ficción. Tus manos claras rodeando mi cintura. Tu mirada de abismo y noche atravesando mi ceguera. Sabías que no necesito tener los ojos abiertos para sentirte? Sabías que es tan fuerte este sentimiento que me complica la vida? Quizás lo sabes mejor que yo. Quizás no encuentre nada mejor para distraerme que leer otra vez, el verdadero y cruel cuento de Caperucita Roja, porque al final, al final la historia siempre es otra...

jueves, 14 de julio de 2011

Noche...noche...

En las oscuridades del no entender, la realidad difama tu recuerdo. No es justo tanto calvario, tanto mutismo acorralado por tu ausencia, por tu triste ausencia. Que ya no vengas a visitar las taciturnas y trémulas manos que te conocen mejor de lo que imaginas, es una ilusión para el olvido. Cae la noche, bañándome de sueños descosidos por la trama absurda de tus labios, la mueca incoherente de tus labios y mientras lo hace, yo te estoy amando como si estuvieras aquí. Si vas a sonreír, amor, hazlo sin medias tintas. Ya sabes, necesito de las penumbras para solventar mi realidad, no necesito del día para continuar sin tus brazos. Abrázame ahora, en la noche noche, bien noche de mis irresponsables pensamientos y deseos. Siento que las penas ahogan mis palabras. Los lamentos inventados se han desecho como las cenizas del volcán que tu beso hizo estallar en mi...Y la noche, que no acaba nunca, es el fantasma que anida en mi garganta esperando por tu voz. Es la enemiga de mis realidades menos pensadas, si cuando pienso en tus manos, el sol opaca mis ojos, y recuerdo que tú me has encandilado, vida mía. Qué vulgares resultaron ser las estrellas si en la más odiosa de las comparaciones, las comparo contigo...
Podría decir cuánto amo, prefiero decir cuánto sufro sin tenerte...porque ni el universo en su infinidad sería capaz de abrigar y preservar lo que siento, y tú, tú estarías lejos de adivinar este tormento, amor...
Noche, noche amiga de mi silencio más aterrador, cuando imagino que te tengo en mi piel y susurro tu nombre sin piedad para mi alma...Noche de espejos nefastos para tanta realidad, para tanta realidad...Noche, noche de rincones sin escape para las palabras que se me escapan de las manos...Noche cómo vas a venir hasta mi almohada. Noche, noche que me acurruca en tu cuello cuando las horas viajeras se atormentan de tanto vacío...Vacío es tu ausencia, tu no presencia, tú...

Aunque no deba hacerlo

Aparentemente no dejaré de extrañarte...Le sigo el rastro a tu perfume, lo busco hasta en las páginas del libro que no terminaré de escribir jamás, como un viajero busca en la brújula que no tiene, su norte. No puedo sentir esto que no me atrevo a pronunciar en voz alta por temor a perderlo. He vuelto a ver tus manos, he vuelto a recordar tus caricias, he vuelto a sentirte en mi piel, por qué es tan difícil arrancarte de mi. La mitad de mi vida estuve buscándote y ahora que te encontré no se cómo retenerte...ni modo, no? quizás es tiempo de dejarte ir...
Ya te lo he dicho, mis manos tienen mejor memoria que mi alma, déjame rozarte un instante más, acariciarte un minuto más, necesito esa sensación para encontrar un punto justo de escape. Escapar a mis universos, no a otra realidad, no existe otra realidad, la única que existe la conoces tú y todos, yo te amo...si no puedes sonreír con semejante verdad, ya no sé si podrás...
Y aunque no deba hacerlo, más por temor que por otra cosa, seguiré extrañándote amor, seguiré arrebantándole momentos compartidos a la noche, seguiré aquí, como siempre, aquí...

martes, 12 de julio de 2011

Aún cuando no sea la mejor idea...

La penumbra vuelve a saborear los rincones que me rodean.  No es tan fácil escapar de esta melancolía. Resulta ser que estás con él, y yo pensando en ti. Y resulta también que recordé tu mirada y el brillo en tus ojos, pero no era a mi a quién miraban, y esos ojos que tienes y que hacen daño al mirar. Ya no puedo seguir extrañándote de esta cruel manera. Hice de todo por alejarme, por no acercarme, por no verte más. Pero el sentimiento, los sentimientos son demasiado inmanejables, son la tormenta que se acerca y que no me permite salir a la calle por temor a que me atrape el aguacero en mitad del camino. Los sentimientos me mantienen presa en esta habitación sin retorno y sin luz, temo poder salir y refugiarme en tus ojos, aún cuando no sea la mejor idea. Sólo necesitaría que me abraces para que el temporal pase o que venga para quedarse pero que nos encuentre fundidos, uno en brazos del otro...
No estoy bien, amor, pero supongo que algún día se irá esta locura ingrata que viene a visitarme cada vez que recuerdo dónde estás y con quién estás. Mientras yo, José, el mismo que te amó cuando aún no te conocía, el mismo que jugaba con las palabras y que luego se dejó arrastrar por la mediocridad, mientras ese mismo José, te ama envuelto en una tristeza demasiado valiente, demasiado tenaz para mi, siempre cobarde, alma...

lunes, 4 de julio de 2011

Yendo hacia atrás...

Y parece que el silencio no puede decir más de lo que yo callo. Razones tengo de sobra, lo que me falta es coraje sangrando por mis heridas. No soy la heroína que maquillaste con ternura y piel, no lo soy. Soy una simple alma errante, yendo y viniendo por los centenares de cuentos que aprendí de niña. Nunca sabría dónde estoy si no fuera por esta arraigada costumbre de ir y venir. Jamás volverá a existir sólo un lugar para mi, ese era tu mirada y ya no me atrevo a mirarte. A fuerza de golpes y caídas, aprendí a olvidar pero lo hice y usando recursos pocos comunes, también supe seducir a la soledad y ya no me pesa.
Intenté en varias ocasiones explicarte las leyes que rigen mi universo pero no he logrado que lo entendieras, quizás sea lo mejor. Si sólo hicieras las preguntas correctas, yo no tendría que dar tantas vueltas!!! Quizás encuentre justificación en una frase que me obligo a no pronunciar, podría decir “soy así” pero ya sabes, me parece una simpleza y lo simple no me ha gustado nunca. Por eso es que tú me gustas tanto, no eres para nada simple. Y como una cosa lleva a la otra, siempre vuelvo a escribirte como si pudieras leerme, o quisieras, en el mejor de los casos.
Y yendo hacia atrás, descubro que sólo has hecho una sola pregunta correcta y regresando al presente te la vuelvo a contestar, aún cuando la historia ahora sea otra, la respuesta sigue siendo la misma: si. Pero soy cobarde (por algo vivo sola) y errante como la estrella que se fugó del firmamento el día que nací. No soy, ya no soy la poetiza difusa que te sembraba sonrisas por las noches. No soy ni la mitad de la sombra que era a tu lado, en tus brazos. En cambio, sí soy la que te ama a pesar de no tener alma y tú, tú eres para mí como el anillo que llevo en el dedo y que compré la tarde en que acepté lo que sentía por ti. Y sigo caminando por los oscuros senderos de una eterna noche nublada…imaginando que tus sueños se cubren de estrellas bajo una noche sin nubes…

(A veces, no entender forma parte del saber, amor, casi como ocultar forma parte de mentir)

Contradicciones...

Que se calle el ruido y hable el silencio. Que todas estas angustias en calma enciendan la brecha que liberará mis lágrimas pero no quiero llorar, otra vez. A pesar de mi necesidad casi absurda de oscuridad, me hace falta la luz para ver tu sombra en mis manos.
Siempre ando haciendo preguntas con la esperanza de que nadie las conteste. Siempre ando vaciando cajones para volver a llenarlos, y aún así me quedo sin espacio, pero sé que es culpa de tu nombre porque lo digo tantas veces que ya no cabe ni en mi garganta.
Tengo una muy constante inconstancia que me obliga a ir y venir. Hacia el olvido deben haber dos o tres caminos y hacia vos, ninguno. ¿No es ironía es su estado más puro?
Descubrí que mi verdad era una mentira y que de tanto maldecir, logré bendecir tu ausencia, y ahora ambas me persiguen cuando queriendo caminar salgo corriendo.
Te rogué que esperaras y nunca supe cómo llegar. Te dejé esperando cuando quise abrazarte. Procuro no encontrarte y te encuentro procurando olvidarte. Y me rio para no llorar cuando descubro tu sonrisa y vuelvo a sonreír.
Te amo pero aprendí a vivir sin vos. Te necesito, es cierto, pero puedo seguir extrañándote, si aún no me he muerto por hacerlo, quizás en algunas eternidades me acostumbre o puede que (como dice Bosé) nos volvamos a cruzar para intentar que la historia sea diferente…