martes, 20 de enero de 2015

qué podrás saber vos II

Vos, que no sabés ni de qué color son tus ojos, vos, cómo podrías saber de espejos. Para vos el amor es una sombra, una mueca para espantar a la soledad, para nada más. Vos, que no conocés el silencio, cómo podrías conocer el valor de la palabra, de una palabra. Para vos, que el bullicio es una melodía porque no soportás ni tu voz, cómo podrías afrentarte a mis súplicas y a mis palabras.

Vos, justamente vos que nunca acariciaste una sombra, un aroma, una ausencia, vos no podés saber lo que significa el amor ausente.

(Mientras yo me atormento de dudas, vos sonreís. Yo me crucifico entre preguntas y vos sonreís. A destiempo, sin tiempo, sin relojes. Vivir sin observar, sin entender, con razón vivís así, no buscar respuestas te salva de las dudas.)

Vos, que podrás saber vos de abrazos si nunca temblaste de frío y soledad.

Vos que no podés llorar, menos podrás saber cómo se empaña la mirada al mirar atrás, cómo es más fácil caminar bajo la neblina mirando para atrás.

Vos, que no sabés suspirar y caminar a ciegas, cómo podrías conocer mis laberintos y mis reproches, mis infinitos viajes al olvido y mis infinitos regresos al no me olvido.

No entiendo cómo podés sonreír y ser feliz si no entendés nada. Vas por los laberintos cosechando soledades, derribando y sepultando abrazos. 

¿Qué podrás saber vos de mí para suponer que sos mejor que yo?

¿Cuándo se te habrá cruzado por la cabeza que podés ser mejor que yo? Lo repetiré hasta que lo entiendas, somos iguales.

Vos, justamente vos, que tenés las ideas mal puestas, ¿cómo podés hablar de ideales? 

Vos que jamás sepultaste tu ego, vos no podés amar. Vos que jamás te condenaste a la soledad, vos no podés amar. Vos no sabés amar, vos no podés amar si nunca encontraste un espejo en una mirada. Cómo podrías amar, si para vos el amor es un pasatiempo, una sombra para espantar a la soledad.

Nos vemos a la vuelta, quizás vos aprendas a amar, quizás yo aprenda a olvidar. 


Hablando...

...es redundancia, lo que no fue está condenado a lo inolvidable.
(usemos mejor el tiempo)
¿como para qué?
(no sé).
¿te pusiste a pensar que existe la misma cantidad de recuerdos en una lágrima que en una sonrisa?, irónico, ¿no?

si te acaricio, si te recorro en caricias, si exploro los límites de mi propio dolor, ya no creo tanto en las sombras, las sombras confunden.
(bueno, quizás las sombras me recuerdan tu perfume, las uso para encontrarme en este exilio perpetuo, presumo de mutismo y no tengo tolerancia).
vaya que te conozco.

(los ideales, mis ideales, marchitan las ocasiones de tenerte. Soy más incrédula y menos aduladora de lo que aparento).

Las ideas están ahogadas, las lluvias de este principio de enero no son más que las del comienzo del otoño. Si todo se distorsiona, todo es una farsa y el tiempo un dios demasiado justo
(y entonces, la distancia que inventamos para extrañarnos ¿qué es?)
es una grieta en el olvido
(el olvido no existe, según tus propias palabras)
mis palabras son ilusas e incongruentes, como dos soles en un mismo sueño
(qué triste recordarte como no eras)
siempre fui, siempre soy, el problema no es ese, los otros que no son nosotros, eso es un problema. El resto con sus montones de intenciones y sus mediocres miradas, los otros y sus turbulentas sinceridades, los otros acumulan mientras nosotros desparramamos...desparramo los libros, despilfarro palabras...desparramo las sábanas y los sueños, los carcomidos por los años y los intactos como si estuvieran dentro de una caja blindada...
(qué incoherente es todo cuando lo pensás)
por eso no pensás vos, ¿no?
(quizás...)
dejame contarte un secreto
(no tenés secretos vos)
por las noches, entre nubes y alcoholes, entre humo y rockanroles soy exactamente lo que necesitás, un equilibrio bendito, ni más ni menos, exactamente lo que necesitás, y ahí deberías verme...ahí soy y también sos, ahí te amo...
(he subestimado tu locura...)
no deberías de subestimar nada, ya te lo dije...

(amanece y aún no hemos dormido)
Mejor así. No quiero despertar si no estás a mi lado. Cantemos adornando el mundo, una nueva vuelta al sol comienza y nosotros seguimos sin amarnos.

(el tiempo es ingenuo, por eso es demasiado justo)
el tiempo es tirano por eso es demasiado justo
(¿el tiempo existe o es un invento para acumular?)
el tiempo no existe cuando puedo abrazarte y dibujarte y caminarte de a caricias. ¿Acumular qué?

En fin, dejá...ya no quiero seguir así, arañando la consciencia, camuflando los sentidos, es un desperdicio de espacio y de tiempo, ¿te olvidaste ya que me lastimaste, como pocos, como nadie más?
(el olvido no existe, si vos no olvidás, ¿cómo podría entonces, olvidar yo?, si soy yo a partir de vos...antes, antes no sé quién era, quién fui)
Qué locura la tuya, durmamos antes de despertarnos uno lejos del otro...


viernes, 2 de enero de 2015

¡qué empiece el año!

No vale la pena
No vale
No, Vale,
ya no, 
ya no más penas...

el olvido es opcional
y yo elijo olvidar...

(cargar heridas 
te impide curarlas)

¡qué el año empiece
con sonrisas y amor!