viernes, 24 de febrero de 2012

...perder la cordura...

Clandestinamente te nombro en las altas horas de esta noche con tanta humedad en el aire que hasta parece que estoy llorando...me abrazo al abismo inconfundible que provoca tu nombre en mis labios, el miedo de perder la cordura fue reemplazado por el miedo a no perderla nunca y acabar sin tus manos en mi boca, rogándome silencio, callándome para no escuchar cada una de las palabras que tengo amontonadas en la garganta...
Eres la canción ausente que suena una y una otra vez dentro de mi cabeza. Esa melodía odiosa que no me deja dormir. Eres ese habitante maldito de mis pesadillas. Esa mezcla de menta y chocolate, imposible de resistir. Eres la lanza que hace temblar mis pilares. Esa puñalada de un cupido perverso. 
En tu privilegiado mundo, mi mirada es ciega. En mi pequeño universo tus ojos son dos soles que iluminan los rincones. Vas por las calles anónimas buscando refugio y perdiendo sonrisas. Te zambulles en las aguas oscuras y turbias de mi memoria. Pasas por mis brazos como un prófugo para acabar preso de mi imaginación. Todos los días tienes la delicadeza de acercarte a los abismos de mis sueños, nunca sabré si es porque así lo quieres o sólo así sucede. Y yo, dueña de mi pequeño universo, naufrago cada noche en tu mirar. Descanso a orillas de lo inevitable para comprender que todo gira en torno a ti. Y a pesar de saberlo, no puedo evadir tanta verdad. Tienes llaves que no pensé, existían.
La noche es amarga lejos de tu piel. Mis manos tiemblan de frío y distancia, suspiro una vez más, sin perder la cordura, y me reservo las caricias por si decides enterarte de que te extraño...te extraño...

miércoles, 22 de febrero de 2012

Apariencias...demasiadas...

Ya no sé cómo pedirle a alma que se quede en su lugar. Pero no, tiene que salir a buscarte sólo para no encontrarte y volver derrotada sin pretextos para darme, para impedirme un llanto, sabiendo que no me gusta llorar.
A simple vista las apariencias engañan, y más allá de lo que no podés ver también. Aparentemente tú me amabas y mira cómo acabamos. Aparentemente tú no podrías fingir aquello que no eres, pero no es así. Puedes fingir eso y mucho más. A simple vista parecerías una sombra más y por creer que eso no podía ser, terminé envuelta en telarañas de apariencias. Esas malditas apariencias o esa maldita creencia de que puede existir algo más, algo que no es en realidad, en esa primera mirada que es como un deja vú de noches de terror, esa simple mirada me convenció de que no podrías ser sólo una sombra más. Y me enamoré al mirarte, por imaginar algo que nunca serás.
Mi escudo de protección no alcanza para protegerme de ciertas actitudes bastantes reprochables. Acepto que cada cual es como es, lo que no tolero y me lastima hasta los huesos son las estúpidas apariencias, aparentar y engañar, para qué? Pocas verdades para reclamar. Muchos miedos para espantar. Es que creo que sólo por miedo la gente no es lo que es, miedo al ridículo, a la ignorancia, a la indiferencia, al desengaño, miedo al desalmado "qué dirán". Estoy hasta la coronilla de tantas excusas, de tantas vulgares verdades. Sin aceptación no podés vivir. Eso es una mentira que te prohibe vivir, es peor que la única verdad. Yo ya acepté que te amo, y también que me perdí pero estando perdida, amo. Vaya contradicción.
Hay quienes luchan y se estrellan contra una sociedad, que si bien vive en el siglo XXI, se hospeda y habita en el siglo pasado. Esos son los que manifiestan sus sentimientos y acaban jugando a las escondidas porque no tienen otra opción, son marginados por no mantener las apariencias. Qué prefiero? Vivir según las normas de unos cuantos sin sonreír cuando te tomo de la mano? O vivir aislada de unos pocos pero feliz?? Ya sabés mis respuestas...Si dejaras las apariencias de lado, verías que no es tan complicado amarme...después de todo, sólo te pido eso, que me ames...

Una vez más

Hoy naufragué una vez más. Salí a caminar por una ciudad dormida, a pesar del carnaval. Anduve como siempre, ausente, robando huellas, malgastando los minutos de insomnio. Encendí un par de cigarrillos mientras pensaba en aquello que no quiero pensar. Fue larga la espera. Y no valió la pena, esta vez. No te vi. Una vez más, no te vi. A veces te encuentro sin que tú sepas que te encuentro. Otras, te espío como quien ve caer la mañana, convencido de que nada puede hacer. Y otras veces, hoy, vuelvo a casa cansada, con los ojos rojos de impotencia y desamor. Maldecir ya dejó de ser una opción, malgasto palabras que nunca te diré. Protestar contra un mundo miserable y absolutamente maleducado en cuestiones del corazón, tampoco me dio resultado. Hoy decidí desarmar la trama de una distancia que, aparentemente, nunca entenderemos. Esta ciudad es tan pequeña que cuesta lágrimas entender por qué no puedo cruzarte. El laberinto que armé para que no supieras la verdad, amor, se volvió mi confidente y cruel enemigo. Ironías. Volver a casa sin verte, sin ver tu mirada es desolador, sin embargo hoy, nada puedo hacer. No me sale ni nombrarte en silencio, como otras tantas veces. Ya acurrucada en tu recuerdo, en el recuerdo de tu boca, suspiro y cierro los ojos. Mañana, mañana que es hoy, será otro día y quizás te vea dibujar un saludo a la distancia, o lo que es lo mismo, una caricia para mi alma...

viernes, 10 de febrero de 2012

Carta sin destino

Sunchales, 9 de febrero de 2012

Hay días, como hoy, por ejemplo, en el que no puedo ni siquiera mirarme al espejo. Una rabia contenida se apodera de todo mi ser y me arrastra a las aguas demasiado oscuras del pasado. El pasado más reciente, rescato eso al menos, el más reciente. El otro pasado, el lejano ya ni lo recuerdo, gracias a Dios. Pero este me sumerje en los pensamientos más innobles y menos protegidos. Sería más simple si hubiera hablado a tiempo, aunque haber callado me dió tiempo para pensar y comprender que de nada hubiera servido. Entonces, por qué tengo  que seguir pensando en lo mismo? por qué tengo que seguir pensando en vos? Quizás, la única respuesta que puedo hallar, es porque necesito que alguien más que yo sepa lo que siento por vos. Cobarde??? Si, muy cobarde el callar, pero fue más heroico que pronunciar dos simples palabras capaces de generar un universo entre mi alma y tu mirada. El egoísmo puede formar un pilar de resistencia, pero en este caso sólo acrecentó mis deudas. Tu mirada me funde, además de confundirme. Evité y aún sigo evitando tus ojos, lo que significa un mal presagio. Lo que significa que si hubiera nadado hasta la orilla, no tendría que preocuparme por esos sentimientos ocultos.
En este, mi pequeño universo privado no tengo por qué mentir. Así que, procuraré no hacerlo. Hoy es un día bastante especial, no viene al caso contar toda la historia, bastará con sólo algunas palabras. Resulta que hoy es el aniversario del fallecimiento de alguien que vivió toda su vida por mi. Sólo por mi felicidad ha dejado la suya siempre a un lado, razón por la cual merece mi homenaje, mi recuerdo y mi amor eternos, pero también merece, al menos así lo creo, que yo viva para ser feliz, que viva feliz, que sea feliz, esto sería la mejor manera de honrar su memoria. Bien, cómo hago eso? Hoy, que la rabia me toca las pupilas y no me deja ver, hoy voy a confesarte lo que hace un año no fui capaz de hacer.
Toda historia comienza con una mirada. Y en tu mirada yo me perdí. No fue algo que haya buscado, o quizás si, pero no fue hecho con un propósito, sólo sucedió. En tus ojos descubrí lo que hacía tiempo estaba oculto, eso que aún no me atrevo a confesar. Siempre te dije que la verdad no te haría más libre, ni siquiera a mi me servía la verdad. Una verdad impronunciable corrompe todo a su alrededor, no deja de existir por más que nos esforcemos en tirarla al fondo del lago. Me enamoré de vos y verte de la mano con esa otra persona, ser testigo silencioso de aquel ridículo juego de "amantes", nubló todos mis sentidos. Me perdí pero esa vez no fue por amor, esa vez fue por cobardía y celos. Me inundó de tal forma ese sentimiento mil veces negado que ya no pude volver a verte. Quise protegerte de mis propios sentimientos, quise ocultarte lo que no tenía remedio, jamás quise que supieras esta verdad, jamás quise, y espero que siga siendo así. No sólo hubiera perdido todo lo que perdí, sino que hubiera perdido tu mirada, al menos, a veces, de vez en cuando, puedo espiarte, puedo mirarte un segundo y aceptar lo que siento. No me arrepiento de haberte alejado, de haberme escapado, sólo me arrepiento de no poder compartir con nadie más eso que me pasaba con vos, hasta hoy, claro. Hoy no he soportado más tanto silencio, hoy no que no puedo mirarme ni al espejo, hoy te lo digo con la certeza de que no hay ni una solo vuelta de tuerca más. La verdad la tenés acá. Siempre estuvo acá, en este universo, sólo que no has querido verla, mi vida...
P/D: espero que estés donde estés, mi ángel guardián, sonrías al verme aceptar lo que siento, es un paso para ser feliz realmente, como vos hubieras querido...