miércoles, 14 de octubre de 2009

Siempre olvido tu recuerdo cuando me aturde el silencio y que vos no estés es prácticamente igual a no estar yo. Este yo, aquel yo. Ninguno de los dos, ni vos ni yo somos cómplices del olvido. Cómo te lo explico? Ni tu llanto ni tus ojos, mi olvido no es tu olvido, no me olvido de vos, se me olvidan los recuerdos. Ni mi culpa ni tu sombra que te nombra al sur del olvido. Al sur, si por mi fuera mi iría al sur, lejos, bien lejos pero ni en otro universo hallaría el consuelo que necesito. Cómo te lo explico? Mi olvido no es tu olvido, soy una criatura sin nombre que perdió el rumbo al regreso del olvido. El rumbo que me daban tus alas.