lunes, 1 de junio de 2020

por mirarte

Qué mala idea subirme al viento que me llevaba a tus ojos. Pocas cosas lamento tanto como embarcarme en esa mirada de noche y abismo. Las noches de luna llena y de frío es mejor quedarse adentro. 
No sé si alguna vez fui tan poco racional. En apariencia, la impulsividad marca mis pasos, pero no es así. Y aquella noche, no pude pensar, tenías una lanza en la mirada y atravesaste mis desastres, mis rutinas, mi silencio acorazado, me atravesaste y ya no encontré puntos de fuga. 
Y ahora, aquí estoy...fallando a cada paso. Esquivando esquinas. Amontonando palabras. Conduciendo borracha por las avenidas. Lagrimeando los espejos. Estudiando los horóscopos. Aquí estoy, lamentando haberte mirado. 
De pensar qué podría pasar, pasé a imaginar que pasaría y todo se desvió, todo, mi brújula se volvió ambigua como mis emociones. Qué desastre provocó tu mirada. Tanto que tuve que reinventarme, tuve que ser otra para poder mirarte...



sábado, 30 de mayo de 2020

intentando dormir...

Miro el camino, siempre para adelante, busco una sola razón, sólo una para seguir por él. 
Me doy vuelta, en la cama vacía, busco tu sombra, tu hueco en la almohada, tus ojos de lobo y vuelvo a cerrar los ojos. 
Miro el camino una vez más, me aferro a tu recuerdo, a tu piel tatuada de ayeres imposibles, de sombras y penumbras, y ahí me quedo, inmóvil, perpetua, sin poder dar un sólo paso más. 
Vuelvo a girar, miro el techo, buscando tu rostro en las manchas de humedad, suspiro esta vez sin poder cerrar los ojos.
Miro el camino, en soledad los ojos no enfocan bien, no ven más allá de algunos metros y me aterra la idea de avanzar sin tus manos.
Me levanto, el silencio de la noche pesa tanto sin tus labios que debo encender el televisor, y mientras fumo un cigarrillo, las lágrimas te  nombran. 
Miro el camino, no será fácil avanzar sin tu voz, no será fácil decir la verdad pero mi mundo ya estalló y la mejor peor decisión es caminar...
Me voy a dormir de nuevo, por enésima vez esta noche fría de otoño, convencida de que siempre, siempre, es mejor una soledad elegida que una compañía vacía.
Dulce vida y buenos sueños...mañana será otro día...

miércoles, 29 de abril de 2020

no lo entenderán...

Y el cielo vuelve a ponerse gris, el año pasó otra vez, llegó el otoño y el aire es tan húmedo que parece llovizna. La neblina, mi amada neblina vuelve y yo vuelvo a sentirme protegida. El otoño es la única época del año en la que vuelvo a respirar, para muchos esto suena un tanto extraño, es que ninguno llega a comprender por qué me gusta tanto el otoño. Me dicen que es triste, opaco, marrón, casi mediocre, desteñido y hasta aburrido...no entienden...me sonrío y no digo nada más, no lo entenderán...El otoño tiene poesía...
En otoño, te puedes despojar de lo que ya no te sirve, es la estación que te prepara para lo que puede venir...en otoño te vacías de todo lo que crees necesitar, es como si el alma, después de recargarse de energía con el sol del verano, ahora tuviera fuerzas realmente para emprender ese camino triste pero necesario de limpiarse, de secarse para volver a florecer más tarde...no lo entenderán... 
Amo el otoño, con sus benditas y repetidas lluvias de marzo todo se lava, se empapa y sangra y se empaña; todo se limpia, te transforma la mirada para ver lo mismo...En otoño, el aire se impregna del olor a tierra mojada, todo lo ves como una foto en sepia y el sol del atardecer tiñe las sombras de un naranja extremo que lo rodea todo como aureola...El otoño me permite caminar por las calles y sentirme dentro de un cuento de suspenso...La neblina cubriendo los pasos, enigmas en las luces que no iluminan las avenidas ni las veredas, luces amarillas y la ciudad se vuelve un pueblo fantasma...no, no lo entenderán...
Amo el otoño...El perfume del café, el asombroso momento del atardecer, esa bendita hora mágica cuando no sabes si es de día o de noche, el color de las plazas, el contraste de las sombras, la invisibilidad de caminar envuelta de neblina, el crujir de los autos, mis pies haciendo música sobre las hojas caídas, mis huellas en la llovizna, esa misma que te empaña la mirada y te lava el alma...Amo el otoño, definitivamente, perdonen, sé que no lo entenderán...

martes, 28 de abril de 2020

sos magia

¿Cómo sonará mi silencio ante tus ojos? me pregunto mientras me emborracho de recuerdos. ¿De qué color verás todo con esos ojos? Tenés que saber que no todos tienen faros en la mirada capaces de salvar un naufragio. Y por eso tengo que confesarte algo. Aunque no lo sepas, mientras te acaricio con mis ojos, vos hacés magia. Lográs que todo se ilumine cuando sonreís. Mi soledad se evapora y mi silencio se calla. Dibujás sueños a colores en nubes de tormenta, sos magia. Un día llegaste y me borraste la melancolía con un suspiro. Tenés la clave, la contraseña que libera los laberintos. Tendría que explicar muchas cosas y no quiero. Porque no se explica la poesía del otoño, el brillo de la luna llena en una noche solitaria, las enormes catedrales buscando a dios, la música de la lluvia caer, la luz azul de mis espejos, un poema de Pablo, todo eso sos, sos magia y no se explica la magia.
Llegar antes que todos al abismo de tus ojos me dejó inmóvil, impediste el salto al vacío con esa luz que hay en tus ojos porque haces magia. Cuando abrazás, incluís a mi universo, me hacés creer en la eternidad, en lo efímero de ese instante y lográs burlar a mi, siempre presente, melancolía y eso es magia.
Qué valiente asomarse a la belleza sin caer a sus pies, qué libre y valiente hay que ser para ser magia.

Siempre estaré en deuda, te debo algunas oraciones, un par de dioses arruinados en los que aún creo, se espantan de mis escasas plegarias. Te debo una canción. Te debo varios secretos inconfesables y otras tantas huellas. Un par de mapas y un oasis. Te debo algunas canciones y mil te quiero. Un baile alrededor de la estufa que me regalaste. El perfume que nunca usé y un libro de adivinanzas con todas mis incertidumbres y todos mis miedos. Te debo una verdad, también...

Gracias por ser magia cuando mi alma estaba perdida. Gracias por ser faro. Gracias.



miércoles, 1 de abril de 2020

15 días


afuera, otra vez, llueve y aquí adentro que debería ser un refugio, esto se convirtió en una tempestad. una tempestad dentro de una celda, te lo imaginas? las calles confundidas con laberintos durante mi alejada adolescencia, hoy son senderos descuidados, rotos, hay grietas por doquier, caminar sigue siendo peligroso, quisiera un par de alas, como aquellas que me dabas cuando me abrazabas, salir es una odisea, el mayor peligro es caer en algún callejón y que la noche te atrape, quedarse varado en las penumbras y el silencio.
qué difícil es estar acá dentro, dentro de la casa, dentro de la habitación, dentro de mi misma, sola, acorralada por las malas decisiones del pasado, aterrada por las futuras malas decisiones, empiezo a escribir, arranco con un nombre, obvio que siempre es el tuyo, imagino viajes, mirándonos a los ojos, confundiendo los carteles sin llegar a ningún lugar. y la soledad me abraza con ese frío inconfundible y ahí caigo otra vez en la realidad, estamos lejos, vos de mí, yo de vos, yo de los otros, los otros de mí, recuerdas quiénes son los otros, no?

han pasado muchos días, perdí la cuenta ya, pero sé que tengo 15 días más para encontrar respuestas, para dibujar otro rostro en las manchas de humedad, para condenar a otro ángel al olvido...15 días para que el señor que maneja las cosas se aburra de jugar a las escondidas...15 días, exactamente los días de junio que tardé en nacer...15 días para apaciguar estos vientos de pedidos, rezos, súplicas y lamentos...ya sé, muchos vientos, imagina que una leve brisa desparrama mis nervios, tantos vientos están llevándose mi precaria paz...no debería pero contar los días quizás me haga más real...

frenemos, por favor, frenemos, detengamos este mes de abril, que nadie nos lo robe, que quede en suspenso el calendario, como cuando un adiós deja en suspenso los sueños, dejemos las puertas abiertas, sin trabas, abramos las ventanas, que nadie puede andar por las calles, frenemos y que entren las estrellas, la luna, la lluvia, los besos tirados al viento, dejemos todo abierto, el corazón sobre todo. afuera, entre tantos baches hay un mar del caribe como un oasis, vení y pedime lo que quieras, mis sombras dibujan muy bien. 
verás, me tatué palabras para no olvidarlas, todo pasa, todo cambia, todo llega. ahora que parecen eternos los días adentro de este cuarto, me aferro a mis tatuajes para no desvariar, para no pedir un chaleco blanco. y sólo me salva que, cuando mi voz encuentra el camino correcto, puedo gritar tu nombre acompañado de un te amo con la tierna esperanza de que llegue a destino...

15 días más y el cielo será azul, 15 días más para atravesar el paisaje devastador que hay ahí afuera, donde sólo unos ojos tienen la magia suficiente para hacerme temblar y no de miedo...
esperame del otro lado del desastre. sé cuánto deseo abrazarte con la misma certeza que sé que todo va a estar bien. nos merecemos viajes santos en barriles y bailar al compás de magic entre las líneas del atardecer...
respiro y cuento los días...acomodo los libros y las ideas porque sé que todo va a estar bien...

martes, 17 de marzo de 2020

si usted supiera

si usted supiera...
su risa, su risa genera un huracán de anestesia en mi melancolía...
esos ojos achinados cuando sonríe
encienden la paz que busco en tantos otros lugares

escuchar sus palabras entre queja y recuerdo
entre cansancio y aburrimiento
es un oasis en mi soledad

no se pierda usted de este torbellino
de emociones y caricias que me hacen volar...

si usted supiera...
mis silencios bailan
con tal de escuchar sus latidos
tengo más tiempo que nunca
cuando se trata de su voz

si usted supiera...
quizás así fuera capaz de amarme...

tan sólo

entre mi deseo y tu boca podría explotar otro universo

entre mis sábanas y tu perfume haríamos un tsumani de pasión

entre tus palabras y mi silencio inventaríamos un nuevo idioma

entre mis manos y tu piel surgiría un viento nuevo de esperanza

entre tus ojos y mi mirada encontraríamos, siempre, un nuevo amanecer

pero estamos quietos, varados en una frontera invisible,
siempre al borde del abismos, lejos, inmóviles,
pensando si acercarnos y fundirnos
o si alejarnos y sufrirnos...

(tus manos en mis cicatrices
tan sólo eso necesito para sobrevivir
en esta sucursal del olvido
en esta trinchera de silencio
en este mundo de ciegos...)


ya estuve ahí

Alguna vez estuve en romA, hace bastante ya. Seguro que ha cambiado como todos, como vos y como yo. La ciudad tiene un corazón que late al compás del viento, que fluye con los silencios y se emborracha con olvido. Estuve allí una vez o quizás dos, es difícil olvidar sus ojos apasionados y sus manos suaves. La primera vez entré con escudos, no es ciudad para cualquiera, menos para cobardes. Mis escudos cayeron al segundo beso. Me extravié buscando razones, caminé a tientas, tentada por los fantasmas de siempre, me quedé sin voz por susurrar cuando debía gritar porque en romA es todo o nada, se llega mejor con la piel ya cicatrizada. Nunca me escapé del todo, han quedado partes de mí esparcidas por las aceras oxidadas, por los angostos callejones y por las perpetuas terrazas.
Estuve en romA alguna vez y es tan bella como enigmática. Bella con sol, con lluvia, con temporales e incluso con nevadas. No fui capaz de descifrar todos sus enigmas y me prometí volver. No supe nunca cómo llegué a romA ni cómo salí de allí. Hay canciones que tienen tu nombre, nombres que te albergan, suspiros hambrientos de besos que te evocan, martirios que te maldicen y sin embargo, nadie, ninguno ni todos juntos podrían describirte.
De tanto buscarte, quizás vuelva a sumergirme en tus pupilas, romA, pero ya no serás igual...el tiempo te borra las huellas pero no la cicatriz...
Desde cierto paraje, confieso que haberme abrazado a tu espalda fue la única mala decisión que no lamenté...la mayoría te nombra sin saber qué nombra, yo al menos, ya estuve ahí...