martes, 28 de abril de 2020

sos magia

¿Cómo sonará mi silencio ante tus ojos? me pregunto mientras me emborracho de recuerdos. ¿De qué color verás todo con esos ojos? Tenés que saber que no todos tienen faros en la mirada capaces de salvar un naufragio. Y por eso tengo que confesarte algo. Aunque no lo sepas, mientras te acaricio con mis ojos, vos hacés magia. Lográs que todo se ilumine cuando sonreís. Mi soledad se evapora y mi silencio se calla. Dibujás sueños a colores en nubes de tormenta, sos magia. Un día llegaste y me borraste la melancolía con un suspiro. Tenés la clave, la contraseña que libera los laberintos. Tendría que explicar muchas cosas y no quiero. Porque no se explica la poesía del otoño, el brillo de la luna llena en una noche solitaria, las enormes catedrales buscando a dios, la música de la lluvia caer, la luz azul de mis espejos, un poema de Pablo, todo eso sos, sos magia y no se explica la magia.
Llegar antes que todos al abismo de tus ojos me dejó inmóvil, impediste el salto al vacío con esa luz que hay en tus ojos porque haces magia. Cuando abrazás, incluís a mi universo, me hacés creer en la eternidad, en lo efímero de ese instante y lográs burlar a mi, siempre presente, melancolía y eso es magia.
Qué valiente asomarse a la belleza sin caer a sus pies, qué libre y valiente hay que ser para ser magia.

Siempre estaré en deuda, te debo algunas oraciones, un par de dioses arruinados en los que aún creo, se espantan de mis escasas plegarias. Te debo una canción. Te debo varios secretos inconfesables y otras tantas huellas. Un par de mapas y un oasis. Te debo algunas canciones y mil te quiero. Un baile alrededor de la estufa que me regalaste. El perfume que nunca usé y un libro de adivinanzas con todas mis incertidumbres y todos mis miedos. Te debo una verdad, también...

Gracias por ser magia cuando mi alma estaba perdida. Gracias por ser faro. Gracias.



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