miércoles, 21 de agosto de 2013

Adiós, padrino...

Voy a resumir una historia muy larga...
Tengo 32 años, desde que nací y hasta que cumplí los 4 viví en casa de mis abuelos maternos. También vivían allí dos tíos solteros, María y Eugenio. Nací el mismo día que María, un 15 de junio y Eugenio fue mi padrino. Mi abuelo se fue cuando tenía un año, no tengo recuerdos suyos, obviamente pero sí de mi abuela Rosa, que falleció cuando tenía 16, y de mis tíos. Mi infancia transcurrió en aquella casa porque, aún cuando nos mudamos, yo sólo iba a dormir con mi familia, pasaba todo el día en la casa de mi abuela a la que llamaba nona...esto fue así más o menos hasta que terminé la primaria...
Siempre dije y lo sostengo, tuve tres ángeles de la guarda. El domingo perdí al último que me quedaba, mi padrino. Ahora los tengo espiritualmente. Sus compañías, sus cuidados, su devoción y su amor me criaron, me protegieron y me acompañarán siempre...Hoy estoy triste, no puedo ni quiero evitarlo, que mi "viejito" se haya marchado me deja terriblemente sola, otra vez...Quizás, el tiempo me traerá el consuelo que necesito, quizás siempre llore al recordarlos...Pero, también sonrío, agradezco a dios que hayan estado conmigo y que me hayan amado tanto o más de lo que yo soy capaz de hacerlo...
Adiós, padrino...ahora te toca cuidarme sin que pueda verte...

lunes, 5 de agosto de 2013

no...

no te asombres 
de la sombra
que la sombra
jamás se asombra
de sí misma

no te amargues,
que la amargura
no se amarga
de sí misma

no me dejes
que si me dejas
te dejaré
y si te dejo
ya no podré
hallarte,
tengo mala memoria

siempre ando perdiendo
y si te pierdo
me pierdo

(es grotesca la distancia
pero efímera
entre almas
que se aman)

no te asombres
de la sombra
que la sombra
no se asombra
de la noche
siempre bella
ni del día
siempre cruel

no te olvides
del olvido
que el olvido
no se olvida
de nada
ni de nadie

¡sálvame!
no te apagues,
no te amargues,
no me dejes,
no me olvides...
no me olvides...

cuando ya no te ame

quizás,
cuando ya no te ame, 
me soltará el insomnio 
y el mutismo decidirá marcharse...
se harán sombra las plegarias,
la luz albergará mis palabras
y hasta puede que se me despejen 
algunas macabras dudas

cuando ya no te ame
(porque aún te amo)
la arena del reloj
será humo
y el frío del cuarto
se habrá esfumado

quizás, 
cuando ya no te ame
dejaré de fumar,
revolveré las cenizas
y amaneceré sin prisa

cuando ya no te ame
el espejo, al fin,
ya no estará vacío
y un arcaico viento
llegará desde el olvido
y arrasará esta tempestad
de amarte tanto...

porque cuando ya no te ame
quizás,
tenga otro nombre
y otra edad, 
quizás otra ciudad
se robe mis lamentos...


jueves, 1 de agosto de 2013

mientras...

Mientras más me alejo, más necesito abrazarte, ¿dónde queda la lógico en esta cuestión? y en toda mi vida, necesité tanto abrazar a alguien...Cierro los ojos y te veo. Enciendo un cigarrillo porque ya no soporto tanta soledad galopando alrededor: Si hubieras visto cómo se me estrujó el alma al alejarme, tengo la insana ilusión de que quizás, te hubieras acercado, corriendo, a abrazarme...
Hay un centenar de papeles esperando en el escritorio, cuentas, boletas vencidas, promociones de viajes y sin embargo, sólo me detengo a pensar que tú no estás esperándome en la cocina con el mate y una sonrisa, sólo eso tengo en mi memoria, tú no estás...
Deberé madrugar, poner al día ciertas cuestiones, hacer trámites, mandados, cosas que ocupen mi día, también deberé trabajar por la mañana, pero a estas crueles horas, horas amargas de la madrugada, cuando sólo el insomnio llena el espacio vacío, y el insomnio, ya sabemos, maldito como siempre, me hace pensar en tu mirada, y tengo la precaria ilusión de que estás mirándome, me consumo por dentro y me cierro. No tolero a nadie y a nada. 
Necesito un abrazo, pero no cualquier abrazo, un abrazo tuyo...pero parece que finalmente, la distancia ganó la batalla...