miércoles, 1 de abril de 2020

15 días


afuera, otra vez, llueve y aquí adentro que debería ser un refugio, esto se convirtió en una tempestad. una tempestad dentro de una celda, te lo imaginas? las calles confundidas con laberintos durante mi alejada adolescencia, hoy son senderos descuidados, rotos, hay grietas por doquier, caminar sigue siendo peligroso, quisiera un par de alas, como aquellas que me dabas cuando me abrazabas, salir es una odisea, el mayor peligro es caer en algún callejón y que la noche te atrape, quedarse varado en las penumbras y el silencio.
qué difícil es estar acá dentro, dentro de la casa, dentro de la habitación, dentro de mi misma, sola, acorralada por las malas decisiones del pasado, aterrada por las futuras malas decisiones, empiezo a escribir, arranco con un nombre, obvio que siempre es el tuyo, imagino viajes, mirándonos a los ojos, confundiendo los carteles sin llegar a ningún lugar. y la soledad me abraza con ese frío inconfundible y ahí caigo otra vez en la realidad, estamos lejos, vos de mí, yo de vos, yo de los otros, los otros de mí, recuerdas quiénes son los otros, no?

han pasado muchos días, perdí la cuenta ya, pero sé que tengo 15 días más para encontrar respuestas, para dibujar otro rostro en las manchas de humedad, para condenar a otro ángel al olvido...15 días para que el señor que maneja las cosas se aburra de jugar a las escondidas...15 días, exactamente los días de junio que tardé en nacer...15 días para apaciguar estos vientos de pedidos, rezos, súplicas y lamentos...ya sé, muchos vientos, imagina que una leve brisa desparrama mis nervios, tantos vientos están llevándose mi precaria paz...no debería pero contar los días quizás me haga más real...

frenemos, por favor, frenemos, detengamos este mes de abril, que nadie nos lo robe, que quede en suspenso el calendario, como cuando un adiós deja en suspenso los sueños, dejemos las puertas abiertas, sin trabas, abramos las ventanas, que nadie puede andar por las calles, frenemos y que entren las estrellas, la luna, la lluvia, los besos tirados al viento, dejemos todo abierto, el corazón sobre todo. afuera, entre tantos baches hay un mar del caribe como un oasis, vení y pedime lo que quieras, mis sombras dibujan muy bien. 
verás, me tatué palabras para no olvidarlas, todo pasa, todo cambia, todo llega. ahora que parecen eternos los días adentro de este cuarto, me aferro a mis tatuajes para no desvariar, para no pedir un chaleco blanco. y sólo me salva que, cuando mi voz encuentra el camino correcto, puedo gritar tu nombre acompañado de un te amo con la tierna esperanza de que llegue a destino...

15 días más y el cielo será azul, 15 días más para atravesar el paisaje devastador que hay ahí afuera, donde sólo unos ojos tienen la magia suficiente para hacerme temblar y no de miedo...
esperame del otro lado del desastre. sé cuánto deseo abrazarte con la misma certeza que sé que todo va a estar bien. nos merecemos viajes santos en barriles y bailar al compás de magic entre las líneas del atardecer...
respiro y cuento los días...acomodo los libros y las ideas porque sé que todo va a estar bien...

No hay comentarios: