"El mundo duele menos si te miro."
(De El Espejismo, Ismael Serrano)
Tantos años pasando por la misma calle, la misma esquina al girar, el mismo camino para seguir y sin embargo, nunca antes vi tu puerta abierta. Nunca antes me pareció que alguien habitara esa casa. Quizás el tiempo jugó con nuestras ideas. Quizás fui cobarde tantas otras veces. Aún debo estar durmiendo, pensé. En ocasiones los sueños nos juegan una mala pasada. Pero no, no estaba durmiendo, o es que quizás todavía estoy soñando? Estoy despierta realmente? No siempre puedo distinguir las fronteras. No siempre ando despierta. Los días son iguales, y las noches siempre son frías. Entender que la realidad existe no me salva de la locura, o si? Nunca antes vi tu puerta abierta. Eso era. Eso es lo que perturbó mi existencia hoy. Y en la puerta, tú. Y tus ojos. Tu mirada uniéndose a mi mirada errante paralizó mis sentidos, mis otros sentidos. Pero el camino seguía abriéndose. El tiempo nunca se detuvo. Mi alma sí, mi alma quedó allí, en esa puerta, en esos ojos. Hoy siento que el mundo de cuerdos sin cura que me toca habitar dolería menos si pudiera seguir mirándote...
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