miércoles, 10 de agosto de 2011

Unos y otros...

Hay quienes eligen permanecer lejos de los arrebatos que produce el amor. Son los menos confiables a la hora de sacudirte el polvo que llevas en los brazos. Incapaces de abrazar, infieles y traidores a la hora de la verdad. A veces mienten tan perfectamente bien que hasta ellos mismos se creen sus mentiras y terminan por convencerte, entonces nunca te das cuenta que te están mintiendo. En ciertas raras ocasiones, quienes se alejan del montón, acaban ciegos de tanto brillo que emanan. Ciegos pero con el alma libre de toda materia contaminante. También existen aquellos que aún en medio del tumulto de la gran ciudad, están solos y hasta sin sombra. De estos hay tantos que son como fantasmas a la deriva en su propio infierno. Alguna vez, hace un tiempo ya, me reconocí en el rostro de uno de estos últimos y la verdad que lloré sin consuelo. El espejo vacío es otra forma de esquivar la verdad. Y me explotan por dentro las palabras, todas ellas. Incluso las palabras que digo pero que no se entienden, que tú no entiendes. Y todo es una decisión, vida. Decides quedarte o decides irte. Decides volver o decides seguir ocultando pasos para atrás. Todo es una decisión. O acaso crees que eres libre sin decidir? A mi, por más que me pese, me resulta agotador esta existencia fantasma y llena de toma de decisiones. Tomar la pastilla para dormir. Levantarme para ir a trabajar. Fumar. Dejar de fumar. Salir a caminar. Lavar los platos hoy o mañana. Expulsar el polvo de los muebles. Escribir o leer. Dormir o soñar. Todo, todo es decisión. Y como dice mi amigo Ce, hay instantes que lo cambian todo. Y sabes qué? En esos instantes, la más efímera y hasta inconsciente decisión es la que lo cambia todo...
Pero aquí estamos, habitando el mismo espacio y tan lejos de abrazarnos unos a otros. Es que no pueden unirse aquellos que no saben de qué se trata realmente el amor con aquellos que lo han entendido. Y esto pasa por simple mala práctica y escasa voluntad para aprender. Yo intento aprender a cada paso, voy acumulando rincones y vaciando viejos estantes donde sé que la luz tarda en llegar, y aún así, me pierdo lecciones. Hay otros que no se atreven a pisar ni siquiera a sobrevolar las lecciones que los hicieron grandes, cuando no también más pequeños, pero la decisión de hacerlo los vuelve portadores de oscuras verdades o vendedores de blancas mentiras que pocos creen. Ya no creo en la utopía de amores posibles, es triste, sí, pero mantengo mi esperanza en amores próximos. Cuando el amanecer cae y estropea la noche, los sueños son más confiables que la realidad, a veces absurda, de abrazarnos y continuar uno, aún siendo dos.
Mediocres son las miradas de quienes no saben amar, y si no lo saben es porque no han querido aprenderlo,como siempre en casi todo. Y no olvidemos que todo es una decisión, vida mía. Voy a intentar, intentar decidir mejor cada vez que sea lo suficientemente capaz de reconocer que se aproximan esos instantes que lo cambian todo...


P/D: Gracias Azul Tokio por escribir de manera tan bonita y sencilla...y por darme pequeños puntos de fugas...Abrazoooo!!!!

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