La rutina me ha sofocado lo suficiente como para fugarme de los lugares frecuentados e irme a otro. Un fin de semana en otra parte. Una ciudad distinta, o no tan distinta pero al menos no me quedé aquí donde vivo ni me fui allá donde nací. Pero lo que sirve para cambiar de aire, no sirve para alejarme de tu perfume. Y te extrañé, otra vez. De nada me valió la huida, tu recuerdo me ha seguido, no se quedó donde lo dejé, me acompañó, me acompaña aún...
Para peor de males, hoy lunes, otro lunes, como si no fuera suficiente con serlo, el tiempo se volvió más loco de lo que yo suelo ser y empezó a nevar!!! Sí, sí, ha caído nieve por la mañana en estas extensas llanuras. Increíble, otra de las cosas increíbles que suelen pasar, como que tu perfume siga en mi almohada...
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