Sólo porque sabes como mirarme para hacerme daño no significa que yo dejaré de mirarte. Me aguanto las ganas de reposar en tu ombligo y de amarrarte a mi orilla triste del ayer que nos conoció juntos. Hice todo lo humanamente posible por alejarme, por no buscar tu sonrisa en este lado tan necio y cobarde. Derribé mis propios muros para sentirte cerca. No hubiera sido capaz de pronunciar tu nombre en este silencio que me abraza si tú hubieras estado a mi lado. Siempre me gustaron los acertijos y las señales. Intenté mostrarte mis innumerables formas de mirar, no logré demasiado, sigo aguantando que todavía hagas las preguntas incorrectas. Y ya no puedo nadar contra la corriente. Será que es tan difícil entenderme? Por qué en lugar de preguntar si puedes hacerme una pregunta, no preguntas si puedo contestarte una pregunta? No crees que cambia y mucho la cuestión? No voy a explicar nada más. Ahora mismo te dejo con la mejor melodía que conozco, el silencio. Y me voy a buscar los mapas para ya no perderme en tu memoria. Si te ruego que dejes de mirarme, me hallaré perdida, ya lo sé, entonces, opto por controlar mis impulsos de besarte y de abrazarte. Elijo permanecer inmóvil a no tener manera de frenar. Huyo antes de volver a perderme. Y me aguanto las ganas de matar...y me refiero a tu recuerdo...
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