lunes, 18 de julio de 2011

Desisto...

Desisto absolutamente de la idea, de la precaria idea de olvidarte. Ya está. Basta. Me dejo caer en la verdadera historia, no soporto seguir caminado evitándote. Si he cruzarme con tu voz, que así sea. Si he de sucumbir en tu mirada, que sea lo que quiera Dios. Ya me harté de tantas vueltas, tantos esquivos y marchitos malentendidos. De cualquier manera vendrás a quitarme el sueño para llenarme de pesadillas las noches. Para qué voy a continuar habitando esta tristeza si es imposible llegar al olvido por los caminos tradicionales, los únicos que conozco, al menos. Se acabó esto de irme antes de que llegues, esto de dar cien pasos de más para no caer en tu sombra, maldito pueblo chico. Me da igual ya.
Hoy desisto y me abandono en los brazos del destino. Si nos volvemos a cruzar (inevitablemente así sucederá) tú no olvides que yo me aparté...yo me encargaré de recordar el por qué...te parece, amor? ah, perdona, se me olvidó que no puedo llamarte más así...

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