miércoles, 27 de abril de 2011

Y tú estás pensando en ella como yo pienso en ti. Ya no puedo seguir. Estoy perdida. Si supieras lo que generas en mi alma. En mi alma hay un vendaval de emociones, un temporal de sentimientos desencontrados. Mis manos sólo piensan en ti. No sé ya qué hacer para evitarte. No sé ya con qué pretexto ingenuo acercarme a tu voz. Es que me gusta tanto cómo suena mi nombre en tu voz. Por un roce de tu boca me lanzo al abismo de la mediocridad. Si al menos supieras cómo tiembla mi cuerpo cuando llegas, cómo me convierto en distancia para no hacer una locura, una locura más, ya hice tantas. Es que, verás, temo perder por completo el control de mis actos y arrebatarle a tu boca un beso...Es que de hacerlo, pierdo todo. Desde mi cordura siempre curda hasta tu aroma nunca en falta. Si supieras cómo el aire se niega a entrar en mis pulmones cada vez que te acercas a mi alma, imagino que estarías conmigo en lugar de sin mi...y todo supuesto acaba en la duda, y la duda en la desesperanza y así, interminablemente hasta el dolor...

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