Apaga la luz. Cierra la ventana, no olvides gritarle a mi alma que me amas, susúrrale a la noche que estás pensando en mi. Guarda un minuto de silencio por las horas que ya han muerto y un minuto de sonrisa por las horas que vendrán. Suspira un instante antes de cerrar los ojos y regálale a la oscuridad del cuarto la plegaria que acostumbras...Y duérmete, y descansa, y sueña.
No me extrañes, amor, ya volveré...
Todo está bien aquí. Mi universo está en equilibrio. Pude ordenar los libros, las fotos, las canciones, la ropa, los papeles. Todo. Todo al fin está en perfecta armonía. Acepté las verdades, ya no duelen. Acepté las mentiras, ya no molestan. Me perdí pero me encontré. Y todo está bien.
Mi soledad y su sombra, que eres tú, me acompañan. Siempre será así. Al borde del abismo, tu recuerdo me sostiene, no me olvides, no dejes que te olvide.
Ya volveré. Duerme, mi vida, que todo está bien...en mi universo, todo está bien...
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