Pasaste a ser como todos, o sea, nadie. El anonimato te cautivó y las luces de la gran ciudad opacaron tu estrella. Nada volvió a ser como antes. Antes de la fuga, y mucho antes del silencio, las horas eran minutos con sueño y los sueños eran horas sin minutos. Transcurrir nunca fue lo mismo que vivir. Tú vivías y ahora sólo transcurres por la noche sin ocasos. Las mentiras que nos dijimos nos obligaron a callar. Que la lluvia siga viajando es una farsa más en este universo. Quizás el pasado jamás nos perteneció y de ahí que no sabemos quién nos guía o nos pierde. Siempre jugando al olvido, siempre de prestado en el vagón del último amanecer.
Tu alma conoce tanto de destinos como yo de astronomía. No quiero regresar al pasado, quiero mi futuro en tu destino, aún cuando ya no nos conozcamos. Pero ya recordé. Tú no eres nadie y a pesar de ello, tienes la llave de mi universo. Yo quise ser alguien para tu sombra y acabé dando pasos al costado para que pudieras avanzar, bueno, es una forma de verlo, no? quizás te estancaste o retrocediste, aún no lo sé.
Pasar a ser como todos te dejó varado en mi pasado.
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