Dormirás en mis brazos. Dormiré en tu boca. Adormecida y noctámbula en el recuerdo. Se puede vivir así? Aparentemente, sí que se puede. Hace siglos que vivo así. El tiempo es relativo, ya lo sabes. Aún cuando han pasado tan sólo un par de horas, yo siento que han pasado años, décadas. Y en decadencia se hallan los momentos compartidos. Como una burla, ya no tenemos tiempo para cruzarnos por los caminos deshabitados y desprevenidos de la noche. El aletargado y diáfano sueño aparece como la excusa perfecta para separarnos. Quizás la realidad está jugando a las escondidas con nosotros. Quizás nosotros nos perdimos de tanto querer esquivarla. Tantos son los supuestos a estas horas, que ni el cansancio de un lunes demasiado lunes, nos obliga a desaparecer. Tú no quieres partir, yo no quiero que te quedes. O es al revés? La trama se me confunde entre tantos besos y piel. Suelo dar vueltas las historias pero sólo para convencerme de tus mentiras...
Sonríe, me estás mirando...y la excusa puede convertirse en montivo...
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