Temo perderme, salir a buscar tu perfume por las oscuridades de este laberinto y no regresar. Temo dejarme arrastrar por los murmullos de allá afuera y descubrir que hace siglos ensordecí. Quizás debería olvidar el temor por un rato y vivir, vivir y hacer algo diferente. Quizás deberías volver y acariciarme otra vez. Son tantos mis temores y tan pocos mis consuelos. Cuando estabas a mi lado, si le temía al amanecer, nublabas la habitación hasta que me aburría. Si le temía al ensordecedor sonido del silencio, gritabas mi nombre a los cuatro vientos. Extraño oírte decir mi nombre, susurrar mi nombre en la noche, te extraño...Supongo que lo sabés, supongo que sabés cuánto te amo, y en esta suposición se me va la vida, cómo deseo que supieras esto que siento...
Estás allá, quién sabe en que ciudad sin héroes, como esta que habito y que no siempre me habita, pero estás por ahí, pretendiendo un olvido al que no estoy dispuesta, fingiendo que mis palabras no te llegan, por ahí, como naufragio de lunas en las inmensidades de mi imaginación. Y yo, este yo, peregrino sin guía, acá, contando las oportunidades que no te di, pero sabés que te hubiera amado como nunca has amado...Y siento esta ¿suerte? de vulnerabilidad a tu lado, cuando estás, y me frustro tan pronto, tan escasa es mi paciencia?, será eso? o es que es verdad lo que me dice tu mirada?, es verdad que no soy tu Amor? Aceptaría esta verdad si no fuera porque cuando te toco, tiembla este universo...este universo que explotaría nuevamente si te amara más de lo que te amo, Amor ¿mío?...
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