Y te vi. Tardé un poco más de lo que cualquier otra persona hubiera tardado, pero te vi, finalmente te vi y tu sonrisa triste me sedujo tanto como tu inocencia desmedida. Nunca pude entender los vicios del tiempo, malintencionando los encuentros y ofreciendo desencuentros a los enamorados, pero ahora si, ahora lo entiendo...Para verte, primero tuve que verme, encontrarme en ese espejo vacío. Para amarte primero debía entender lo universal del amor...Perdón por tardar tantos años en encontrarte, ahora que te veo y te veo como siempre debí hacerlo, no puedo resignarme a seguir apostando por un futuro que aún no llega, sin vos. Tampoco puedo seguir caminando a tientas por estas calles solitarias de la locura sin vos y mucho menos, puedo condenarme al silencio sin vos. ¿Entenderás?
Este destino es distinto, porque ahora no puedo imaginarme una vida sin vos, puedo olvidarme de tu piel, de tu tacto, de tu amanecer, pero no puedo, ni remotamente, sacarte de mi vida, de una forma u otra siempre estarás en mi. No necesito tu cuerpo aferrado a mi cuerpo, sólo con que estés en mi universo, me basta, sólo eso...¿lo entiendes, no?
Te vi, y este mundo nuevo es tan real que temo despertar y que se haga añicos con tanto silencio...
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