lunes, 8 de abril de 2013

Cada tanto...


Cada tanto apareces como esas tormentas que se avecinan y no puedo evitarte. Vienes, tiras por el suelo todo a mi alrededor, desordenas los papeles, ensombreces los rincones, arrojas mis lágrimas y así como has venido, te vas...Desapareces en el horizonte mientras yo me quedo acomodando los destrozos del temporal...
Qué injusto haberte perdido sin haberte tenido nunca, porque es así, ¿no? nunca te tuve...o tal vez te tuve de la manera equivocada, de la misma manera equivocada en la que te amé...
A veces es suficiente con recordar para adelgazar la sombra que te cubre, otras veces no me alcanza el vacío para cubrirte, a pesar de que el vacío sea un fantasma hambriento que va devorándose cada rincón y cada sonrisa, cada estrofa y cada silencio, pasito a paso se va tragando todo hasta convertir la casa en un abismo...
Me iré a dormir como exactamente cada domingo, cobardemente sola y solitariamente cobarde...soñar me suena a pesadilla y es mejor obviar sobre qué he construido mi imperio de naipes...
Qué tú también descanses en esta inmensidad que nos separa, quizás tú sí seas feliz sin mi...

No hay comentarios: