sábado, 27 de octubre de 2012

¿Quién soy?

De verdades y lamentos...
Busco razones y sigo sin saber por qué siento esto por vos...me pregunto si tendrá algo que ver conmigo...y así caigo en uno de esos grandes debates con uno mismo, ¿quién soy? ¿quién se supone que soy? Y doy vueltas en las noches infinitas buscando sonidos que se asemejen a una respuesta. A veces creo que soy la mentira que inventé para alejarme. A veces se me ocurre que soy una sombra deambulando por universos similares al mío, donde cierta voz no llega. Otras veces soy un combatiente sin guerra, y hasta he delirado con ser una sombra sin alma, vagabunda de cielos y soles.
Me gusta creer que soy lo que quiero. Soy la persona que elijo ser, que siempre digo la verdad y que nunca sé llorar. Soy extremista hasta en los días iguales cuando la mediocridad me produce insomnio...No sé realmente cómo sobrevivir sin mis tormentos, tampoco sé vivir sin mis delirios. Sueño durante el día para no dormir, duermo en algunas ocasiones para no soñar. Voy y vengo entre senderos rectos y me desoriento cuando unos ojos me miran...y ni en esa mirada que desborda los horizontes, me hallo, no sé quién soy...
Muchas veces quiero saber todo, y a veces, prefiero no saber nada. Contradictoria como pocas...ya sé que estás ahí, detrás de la rutina, abrigando mis pesares como experta manipuladora del destino...dejá de buscarme sonrisas cuando hasta leyendo te encuentro, y ni así me encuentro, ni aún en los mínimos libros que alguna vez me ayudaron a salir del pantano.
Pero...sigo sin saber quién soy...a veces soy recuerdo y me olvido hasta de respirar, otras no soy nada y te busco hasta debajo de mi cama, cual monstruo infantil. A veces, sólo a veces, soy cristalina como lágrima que no sé soltar y es precisamente ahí cuando más me muero, y me muero de muchas cosas, no sólo de amor...
Quizás no sepa quién soy, pero sí sé quién no soy, no soy tu amor, con eso me basta para volver a derrapar y sentirme prisionera del silencio...Salir a buscar sombras que abriguen es más triste que quedarse sin alma...

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