certezas y frío...

Las certezas y el frío...Divago, adivinando a qué le temo más...Nunca antes desprecié a las penumbras como ahora. Me dan miedo las sombras porque en cada una, veo la tuya, perfilándose detrás de las puertas, acechándome, acurrucándome por las noches. En fin, ya ni siquiera puedo refugiarme en la oscuridad, poco a poco has usurpado todos mis espacios, pero lo peor es que has usurpado casi todos mis estados...sólo el silencio permanece intocable, me pregunto por cuánto tiempo más!

 

A veces no puedo dejar de buscarte, otras no puedo dejar de hallarte...Cuántas certezas y ninguna válida en este sendero que ya no sé para dónde se dirige. Y frío, entras por la ventana abierta y te acumulas en mi almohada como la tierra sobre los muebles.

A veces estoy sola, tan sola que puedo escuchar los latidos de mi corazón pidiéndote, otras veces no puedo hallarme entre tantos rostros...Arruinas mi maquillaje de noche con tu insistencia mal actuada, ya puedes irte, frío, ha llegado la primavera, ¿es que acaso no lo entiendes? contigo a mi lado, las certezas me abandonan...contigo a mi lado no puedo dormir.

 

Las verdades que escribí con tu nombre, se me han incrustado en el alma, como esas esquirlas de un amanecer sin abrazos. Danzando con las palabras, acabé la historia sin tu sonrisa, no es justo, pero tampoco es injusto, como todo a mi alrededor, ha quedado todo a la mitad. Jamás volveré. Me quedo aquí, a tientas en medio de las certezas y el frío. Me calló el amor, quizás no lo entiendas nunca, mi vida, pero mi silencio no te lo daré jamás, es el único lugar donde puedo nombrarte sin que vengas y sin que te pese...Podrás ser mi mundo, pero no serás el único.

 

Voy contando las vueltas alrededor del sol y ya van demasiadas acumuladas en tu nombre, es tiempo de apaciguar los llantos y dejar de buscar excusas, que el amor no es ciego ni tu sombra mi sombra. Quizás ya no pueda refugiarme en la oscuridad, pero no te daré mi silencio, quizás esta sea la única certeza...