Dedicado a mi amada y bella madre...
(aclararé que este poema lo escribí hace ya mucho tiempo, quizás más de 15 años, y era una niña aún)
La mirada se le torna triste
y su boca calla
pero en el tono de su voz se escucha
al alma pedir compasión
y al escucharla así
me siento como lucha absurda.
Al hablar sus palabras enmudecen
y se muerde los labios
para no gritar su dolor,
entonces, llora en silencio.
Cuando ella sufre
hasta mi cielo se oscurece
dejando que una estrella se apague
para convertirse en lágrima solitaria
acompañando a su tristeza.
Mis versos de consuelo
parecen no alcanzar
para que ella, su dolor pueda aliviar
y entonces,
rezo para lograr entrar en su mundo
y librarla del sufrimiento.
Cuando ella sufre
mi alma llora
y me cubro de ira
si no puedo curar sus heridas.
Feliz Día!!!!
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