La noche empieza a juzgarme con su manto de neblina sin ninguna piedad. Las estrellas se amotinan para no darme dirección y hasta la luna se oculta para no iluminarme. El llanto espera agazapado en un costado, al lado de la sombra que ha dejado tu perfume y me acuesto, con miedo, con pavor, de que me encuentre la mañana, temblando, a oscuras y totalmente deprimida y hasta culpable de mi propia soledad...pero...tengo la imaginación suficiente como para salir del silencio y conversar con los fantasmas porque sé que mientras tanto, en un universo paralelo, la verdad es tratada como reina y la hipocresía anda arrastrándose por los suburbios de una ciudad blanca. Mientras tanto, en un universo paralelo, tu mano sostiene la mía y mis delirios no son más que malos sueños, que al despertar se ven desaparecer por tela de araña que forma mi atrapa sueño. Bonito universo paralelo. Mi habitación está ordenada y todo ocupa su lugar. Allí prevalencen los valores de nuestros abuelos. Quizás haya alguna mentira dando vueltas, pero allí sí tiene patas cortas y nunca llega demasiado lejos. También hay más sonrisas que lamentos y menos burlas del destino.
Aquí las pesadillas entorpecen mi descanso, como si no tuviera nada que hacer por la mañana, como si no tuviera que descansar. Aquí es tarde, y la oscuridad construye su imperio a partir de mis malos pensamientos. Pero, mientras tanto, en un universo paralelo, los caminos siempre conducen a Roma y las tormentas se desvanecen antes de llegar. En cada puerto un amor espera y en cada tienda hay una dosis de comprensión y tolerancia que se regala...
Y mientras tanto, no duermo, sueño, deliro y no vivo, o vivo y no convivo, me aterro del futuro y le suelto la mano a mi destino, mientras tanto, te veo y el alma regresa a mis ojos...te amo y no te amo, te extraño y no te extraño...en fin, mientras tanto, será mejor que apague la luz y cierre la puerta, quizás así evite salir a buscarte...
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