Puedo estar equivocada y también puedo tener razón. Puedo no comprenderte pero no por eso estaré lejos de tus pasos ni dejaré de acompañarte. Puedo ser demasiado cruel a veces, más en aquellas situaciones que se escapan de mi escaso razonamiento y te pido perdón por eso. Puedo no estar de acuerdo con tus decisiones pero si no te lo digo, la hipocresía crecería dentro de mi y no quiero eso, mucho menos con vos. Quizás siempre estamos obligados a elegir, y no está bueno siempre, yo sólo quiero que la sonrisa nunca abandone tu rostro y la realidad esté adornada de flores todo el tiempo, quizás pido mucho, no lo sé, pero haré lo que sea necesario para que así sea. Incluso, puedo acostumbrarme a tu realidad, aún sin comprenderla, pero ya me conocés, necesito comprender todo.
Hay momentos en los que no soy buena persona, eso también lo sabés, quisiera remediarlo pero se me nubla la mirada y la razón se me escapa, y me convierto en una sombra, en esos momentos es cuando tenés que recordar lo único que te pido, lo único que te pediré siempre, no olvides que te quiero, pues yo puedo hacerlo. Te quiero y quiero verte bien, si vos no estás bien, es muy probable que yo tampoco lo esté. Si vos no estás bien y yo tengo mi cuota de culpa en ello, te pido perdón. Perdón por no ser lo suficientemente fuerte para sostenerte. Perdón por no ser de las que se callan cuando algo me aprisiona por dentro. Perdón por no tener más gramos de comprensión y aceptación. Perdón por juzgar lo que veo sin escuchar lo que sentís. Perdón por almacenar silencios con fecha de vencimiento. En fin, son muchos y variados mis defectos para con vos, sólo te pido que no olvides que te quiero...a veces, la única verdad es esa, el resto, simples circunstancias...
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