No puedo dormir, otra vez. Resulta más fácil levantarse y ver cómo llueve, que quedarme en la cama soñando que estás conmigo cuando no lo estás, duele menos levantarse de madrugada hoy...menos que siempre...
No supongo nada más...pero realmente me gustaría saber cómo es que puedes sonreír sin temor a que tu castillo de naipes se demorone entre tantas mentiras...mi silencio a veces es lo único que te salva de la indiferencia de los demás, creeme, si callo es para evitarte otros silencios más mortales. He pasado por las tinieblas de la duda muchas veces, jamás estuve tan cerca del delirio como ahora. Soporté noches eternas bajo el cielo del desierto y sin embargo, jamás me sentí con tanto frío como ahora. Estuve al borde del precipicio más cruel, la demencia, y nunca me vi tan cerca de ella como ahora. ¿Y qué es lo que sucede ahora? Pues, ahora, ahora mismo tu rostro claro y tu voz me elevan a los cielos llenos de nubes negras, eso pasa, me llevas a la tormenta más infiel de todas, esa que me obliga a regresar sola a casa cuando sólo contigo sería una y única. Ahora mismo, que sé cómo pesa tu mirada (acabo de perderme otra vez en ella), ahora tengo las emociones revueltas y no puedo respirar, no puedo pensar, no puedo sonreír, y no podré dormir...otra vez...
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