jueves, 20 de enero de 2011

Nada tiene sentido desde aquella madrugada en tus brazos. De pronto, las estrellas parecen más cercanas, la luna habita en mi almohada, la primavera llegó antes que el invierno. El cielo es tan claro, no recuerdo haberlo visto antes así, es transparente, como tu mirada, tendrá algo que ver tu mirada con mi mirada? Desde que mi silencio bajó sus brazos vencido por tus palabras, hay melodías sonando en cada esquina de esta habitación. 
Ya no suspiro, ahora respiro, ya no sobrevivo, vivo, aún con lamentos pero ya sin inventos. 
Nada tiene sentido desde que tu perfume se arrinconó en mi cuello. De repente, como esta metamorfosis de sentimientos, sonrío de sólo pensar en tu boca. La ciudad se volvió un jardín rebalsando de flores, ya no es un laberinto de calles sin nombres. Mis historias acaban en tu sonrisa y mi alma descansa en tu mirada. He dejado de buscar respuestas, la realidad me envuelve y me transporta hasta tus ojos, vida mía. Todo lo que necesito es mi nombre en tus labios, todo lo que quiero es caminar a tu lado por este mundo de locos.
Desde que tus manos sostienen mi alma el tiempo se ha detenido, mi tiempo se ha detenido...y ha sido junto a tu nombre (que me lo guardo para no despertarte...)

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