miércoles, 22 de junio de 2011

No me acuses...

Nos encontramos por arte del destino, no creo en las casualidades y no quedó otra salida que saludarnos. Tu voz me atravesó los sentidos. Y tuve que cruzarme de brazos para escucharte. Pero todavía ahora no lo entiendes, verdad? Siempre viendo sólo lo que hay, sin deseos de ir más allá. Y la realidad es que no me estaba cruzando de brazos, me estaba sosteniendo el alma, amor, para que no se fugara contigo. Temía cometer otro error y ya no tener con qué pagarlo. Hasta ahora, la distacia no hiere tanto, sé dónde estás, sé que estás bien y con eso me basta. Pero aún temo que de soltar mi alma, esta se vaya hasta tus labios y el regreso sea un universo entre los dos. Ya te lo he dicho, un universo es demasido, un abismo todavía es transitable, pueden nacer alas, lo recuerdas? O debo pensar que a esto tampoco lo entiendes? No importa, un universo es demasiado. Simplemente por esto voy a pedirte que no me acuses por quedarme de brazos cruzados cuando aparaces por estos lados tan necios, estoy sosteniéndome el alma, amor...

2 comentarios:

Ce Castro dijo...

Increíble cómo a veces leerte me retrotrae a experiencias ya pasadas que no siempre es grato recordar. He de reconocer que no pude terminar de leer tu entrada sobre el efecto de las mariposas porque me comenzó a reabrir heridas... Aún así te seguiré leyendo porque de eso se trata de sentir... Un abrazo ;)

Martina Santo dijo...

Lamento llevarte a sitios que no quieras volver :(
Pero bueno, gracias, otra vez por pasarte por aquí...
Abrazo grande para vos!!!!