Si pudiera callar mis voces,
encallar mis palabras
y aún así navegar
en lugar de naufragar
quizás todo sería más sencillo
tengo que suspirar,
caminar deprisa,
soñar durmiendo,
ignorar consciente,
ordenar sin deseos,
malgastar por obligación
¡qué incoherente,
qué inocente parece todo!
por eso hago tantas preguntas,
por eso tengo tantas dudas,
la apariencia me aburre
y mis torturas privadas
se convierten en un vendaval,
en fuego cruzado,
en inminentes derrotas
Si pudiera callar mis temores,
subir tu mirada
hasta mis ojos en pausa
o dejar de maldecir
quizás todo sería más simple.
Y la historia es otra...
2 comentarios:
Bello, pero no hay que callar, hay que sacarlo todo y limpiar, entonces la historia es otra. Un abrazo Martina.
Ana!!! coincidimos, no hay que callar...por eso mismo, no puedo callar, je...Gracias!!! abrazo para vos tb!!!
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