lunes, 25 de marzo de 2013

Última carta a un ángel perdido...

Para Laura 

Y te fuiste sin decir adiós, sin memoria, sin excusas...Cada día paso por la casa que solías habitar y no entiendo la realidad que nos separó, alimentamos con orgullo una distancia injusta...qué gran estupidez separar almas gemelas para sobrevivir y sobrevivir sin abrazarnos es una pared más del abismo...atesoré cada abrazo y al menos ahora, de vez en cuando, cuando no soporto tanta hipocresía y tanta miseria de espíritus bondadosos me refugio en esos recuerdos, en esos abrazos...

A veces lloro tu ausencia, otras veces tu ausencia me llora, me devora, nadie entiende esta necesidad de compartir un silencio. ¿Recordarás cuántas veces callamos para que nuestras almas se entendieran? Tu memoria será siempre un misterio para mi.

Eres la sombra de un árbol en otoño, el silencio de una noche de invierno, el refugio de mis atormentados pensamientos, eres la única persona que pudo seducir a mi eterna soledad, eres la mirada que necesito...

Desde cierta tarde de abril, cuando decidiste esconderte en una falta grave de coraje, a mi sombra le falta una parte, una huella, un signo marcado a silencio pero todavía conservo en mis brazos la esencia de tu alma y quizás tu alma esté menos atormentada que la mía...

(me quedé sin nombre,
ahuyentando fantasmas,
me vaciaron de palabras
tantos silencios)

Nunca fui buena para las despedidas, es cierto, pero me hubiera alcanzado con saber que te ibas...

En fin, saber que no habitamos el mismo punto del mapa pero que habitamos el mismo universo, me permite decirte adiós de esta manera, mi manera, con palabras que quizás nunca leerás, espero que donde te encuentres, encuentres lo que hace siglos buscás...
(Quizás no lo sepas, echar raíces no es tan mala idea; deambular, a veces, te impide ver la realidad)
Yo estoy acá, siempre estaré acá, como siempre...mis promesas siguen siendo irrevocables, por si no lo sabías...Y gracias por lo que has dado sin saber que lo estabas haciendo...




3 comentarios:

Sam A. C. dijo...

Ay... despedidas... aquéllas que nos dejan un amargo sabor de boca mientras la nostalgia nos consume día a día... Pero sólo hasta que nosotros mismos decidamos que así siga siendo. Un placer leerte, besos.

Sam

Sam A. C. dijo...

Tengo la tonta manía de responder a los comentarios bajo éstos en mi mismo blog, como si éste avisara...
Te respondí que gracias, y que si me es posible la grabaré, aunque sea con una voz prestada. Saludos :)

Martina Santo dijo...

Hola Sam...je, si, yo hago lo mismo, no te preocupes...gracias por tus palabras...y de nada pues, me gustaría escucharla algún día...besotes