En una ruta oscura me encuentro palpitando razones, pero sin razón, vaciando cielos para llegar al único lugar que puede darme paz. Pero, en medio de un tiroteo de recuerdos, siento la pena, la derrota, el silencio de unos labios que cantan para mis ojos y la música es triste, la melodía odiosa de un camino que se va abriendo como nubes pasajeras.
La noche se rompe, han pasado muchas horas, las razones en falta acumulan amores que sobran. De pronto, una música sin labios, no es como unos labios sin silencio, me pierdo y vuelvo a respirar, al verte junto a mi, si aún lo estás, estás dispuesta a llegar conmigo. Pero, me siento inconclusa, vacía, sin lágrimas, en ayunas y sin alma.
El olvido queda lejos, a este paso, con tantos tormentos y tormentas que azotan el sendero, tardaré siglos en llegar. Me quedo sin escrúpulos, soborno a todos, pero parece que no llegaré. Esta procesión está maldita pero te canto al oído: "Mal venido amor sin tregua ni orgullo, mal venido amor sin rumbo ni alas".
La ruta se parte, un abismo se abre y mi viaje se vuelve un martirio, se vuelve una mentira...
Alguna vez llegaremos al olvido, mientras tanto, seguiré nombrándote entre silencio y silencio, entre besos y abrazos ajenos, y seguiré emborrachándome con sueños...mientras tanto, te quedas a dormir conmigo a la intemperie, bajo la luna y las estrellas...una nueva derrota, un nuevo amanecer...
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