Hace ya demasiado tiempo que estoy en esta esquina. A nadie le importa, lo sé, y no es que debería de importale a alguien, sólo es que justamente no hay nadie...nadie, se entiende, no? es como si el aire simplemente entrara en mis pulmones, en realidad, no lo estoy respirando, sólo entra, no me siento respirar...no siento que esté viviendo como en realidad lo imagino. Y dale con la realidad, sigo enfrentándome con ella, ya entendí que existe a pesar de mis torpes intentos por evadirla (sobre todo de noche, cuando hace frío en esta casa y estoy sola con todos las sombras que siempre me acompañan), si, existe, la veo, la palpito, la siento, y me amenaza, me corrompe, me obliga a seguirla...y no está buena la realidad. Por qué no puede dejar de torturarme? No, no crean que estoy loca, no se trata de eso, soy absolutamente consciente de la realidad (quizás más consciente que de otras cosas) y ahí, a veces, está mi mayor problema. En estos momentos la realidad es un muro infranqueable para cada uno de mis sueños...
Quizás debería, y digo debería porque no estoy segura de nada ultimamente, debería partir hacia otra ciudad, u otra esquina, ver esta realidad desde un lugar y espacio diferentes, cambiar el escenario sería un buen recurso para no perder de vista mis sueños. Aunque, claro, no lo sé...no sé si sería capaz de ver el cielo de otra manera.
Y de la realidad a la melancolía...así acaba esto...hoy me pesa la realidad, la soledad de esta convivencia conmigo que sólo me ha vuelto más egoísta de lo que alguna vez me permití...
En fin, vuelvo al silencio...mi mejor compañero por estos días...
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