sábado, 26 de junio de 2010

Tengo tanto para olvidar...lo primero que necesito olvidar es tu mirada...tus ojos, esos ojos que me ciegan si por cierta tímida ocasión me miran. Ya sé que ni siquiera podés imaginar lo que me producen tus ojos, ni yo lo puedo imaginar.
Necesito olvidar que estás en algún lugar de este universo, ajeno a mis súplicas, ajeno a este amor que siento. Olvidar que te conozco...no existirá una grieta, una fisura, en la cual sólo pierda ese recuerdo, el momento en el que me cuativaron tanto tus ojos. Una efímera realidad, un hueco en mi memoria, pasar a ser algo así como una desmemoriada pero unicamente de tus ojos, esto necesito...y sin embargo, como dice el poeta...sin embargo...
Olvido tantas otras cosas, olvido el día en el que vivo, la hora que acabo de ver en el reloj, sacarle el polvo a la sombra de los muebles, ponerle llave a la puerta de mi casa cuando estoy saliendo, o regresar a la casa porque no recuerdo si cerré o no...
Olvido el perfume en la otra casa, la sensación de lo obtenido, la precaria melodía de cierto te amo...olvido el frío al amanecer, la luz encendida en el baño, el encendedor, nunca sé dónde lo dejé...hasta olvido dormir cuando tengo tus ojos tan cerca...y tan lejos.
A veces no recuerdo la última página que leí del libro que tengo en la mesa de luz, que en realidad no tiene luz puesto que no me gustan los veladores, no sé muy bien si hablé o si callé, no sé ni lo que digo...
Necesito, necesito olvidar tu mirada, tu mirada tímida que me emborracha de incoherencias...
Pero no, olvido hasta mi edad, y tampoco sé si es por la edad en sí o por simple y llano olvido...
Estás tan cerca que hasta puedo acariciar este instante que se hace recuerdo en un segundo de soledad y tan lejos que de sólo pensarlo me hundo en un suspiro atormentado de resignación...

1 comentario:

Anónimo dijo...

si me darías un puñadito nomás de tu inmensa memoria de arcana, sólo un puñadito, podría confesarte cuales son mis artilugios en materia del olvido.
tu amistad es un oasis y perdura más allá de las palabras o la memoria.
para los días, en ésta nnoche, atemporalmente amiga mía, gracias.
te quiero