jueves, 29 de septiembre de 2016

Ahí nos vemos

Cuando logres calmar tus demonios, cuando puedas escuchar sin maldecir, cuando tus conflictos de cobarde sin imaginación se disuelvan por arte de magia, cuando seas capaz de hacer encastrar lo que decís con lo que hacés y con lo que decís sentir, quizás ahí nos vemos. Quizás ahí mires y ya no me encuentres. 
Cuando el silencio gane la batalla en tus turbulentas emociones, cuando seas lo suficientemente inteligente como para controlar tu ira, tu falta de recursos de campeón frustrado, ahí, quizás ahí puedas verme y sentir mi ausencia, mi ausencia, sí, porque la vas a sentir...
¿Sabés qué? Me cansé de buscar caminos que me lleven a tu inestable caricia, a tus fugaces abrazos, a tu maldita presencia, me cansé! Ya no enloqueceré por tus desplantes, ya no sufriré por tu falta de tiempo, por tus contestaciones monosílabas. Yo recuerdo perfectamente todo lo que pasó, todo. Tengo una memoria enorme. Y ya me esforcé demasiado por mantener mis huellas cerca de las tuyas, y de tanto esfuerzo, me cansé. Sí, por supuesto, también soy cobarde, pero abandono esta cruel y despareja lucha. Yo te amé, yo te amaba, pero me cansé. Por favor, sé feliz como puedas, con quién puedas, dónde puedas, sé feliz, maldita sea!!! 
No hay tristeza, hay sólo memoria. No sos ni remotamente capaz de querer a alguien. Quizás cuando veas una sombra que no sea la tuya sea demasiado tarde. 
Te deseo toda la paz que necesitas y que buscas por los caminos incorrectos...todo el amor que buscas en las personas ajenas, esas personas que no son tuyas ni de nadie, supongo que me entenderás. Te deseo la felicidad más plena y que todas las penas paseen lejos de tus ojos. Te deseo una lámpara de aladino y deseo que tus deseos sean cumplidos poque yo hasta acá llegué, me cansé de esperar un atardecer juntos o una luna compartida. Me cansé...los misterios fueron revelados, amor, no te importa nadie, nadie...

domingo, 25 de septiembre de 2016

intentás

Intentás. Intentás apartarte del silencio y te sumergís en un torbellino de melodías y voces, de barullos hambrientos y despiadados. Intentás apartarte de los extremos que siempre marcaron el camino. Y tambaleás y te mareás. Vas desde la sonrisa a una media sonrisa y no terminás de entender. Y no podés seguir sin extremos.  
Todo el tiempo intentás suprimir recuerdos. Y los recuerdos son ladrillos en un muro, en una columna que sostienen el techo. ¿De qué manera te escaparías de la catástrofe de quedarte sin memoria?  
Insistís. Intentás sacudirte el polvo de las nostalgias, como te desprendés de las cenizas del cigarrillo. ¡Cuánta ingenuidad!  
Intentás no mirarte al espejo. Es terrible verse a uno mismo sin brillo en la mirada. Vas caminado esquivando las señales del camino, vas para adelante, sin ver las banquinas ni las sombras que te persiguen, porque es así, te persiguen, siempre. No importa dónde vayas o con quién estés, tus deudas de respuestas, tu falta de memoria, tu impaciencia de presagios, te persiguen, tus sombras te persiguen. Y aún así intentás no sucumbir al terror de detenerte. Terror de parar a contemplar el paisaje y darte cuenta que algunas flores no son para todas estaciones.
Intentás reducir los abismos de la rutina con carcajadas de espanto. Tenés terror de escuchar tus latidos. Tenés terror de escuchar los míos.
Y yo me pierdo en tus intentos fallidos, yo me envuelvo de incertidumbre y tristeza. Es triste ver tus pies y no tus huellas. Y me refugio en preguntas sin respuestas. 
¿De qué color quedarán los recuerdos olvidados? ¿De qué color verás vos el amanecer lejos de mi cama? 
¿De qué color vibrarás con otra caricia? ¿Qué tan distinto es tu placer sin mi?  
Intentás cambiar las cicatrices por umbrales sellados. Y así...infinitamente. 
Y a pesar de todo, incluso a tu pesar, lo seguís intentando, seguís intentando huir de la realidad sin aprender, sin cambiar, no sé cómo sobrevivís sin entrar en pánico. 
¿Sabés qué? Un quebranto de madrugada, no te hace inmortal, te hace humano...pero intentás sonreír y todo vuelve a empezar...

sábado, 24 de septiembre de 2016

así no...

Yo no te perdí, claro que no. Vos me perdiste. Yo creí en tus contradicciones, tanto que me confundí y caí en esa telaraña de mentiras. Vos me perdiste cuando me tapaste los ojos para que no viera tu sombra, ¿tanto es el miedo que no quisiste que vea tu lado oscuro? ¿de verdad? Pues no sirvió de nada. Me perdiste cuando quise abrazarte ¿Para qué? Pues para nada. Sinceramente y definitivamente, las cosas a medias no me alcanzan, ni para acumular recuerdos ni para recordarlos porque a medias se esfuman, a medias se van borrando como una foto polaroid.
Intenté durante siglos ser yo. Tus vaivenes de tren a la deriva casi me vuelven otra. Así no. Así no funciono, no respiro, no vivo. Te amaba, dios! cuánto te amaba. No puedo seguir viajando sin destino, a los tumbos, sin saber dónde vamos, no puedo ser otra para que me ames. Es triste, otra vez la tristeza humedece mis ojos, pero me perdiste cuando entendí que tenía que ser otra. Intenté acostumbrarme a tu media vida, a tu media vía de escape, a tu media sinceridad pero no pude, pero no puedo. Prefiero esto, una soledad fiel y conocida a una hipocresía mal aprendida y vulgar. Lamento tu pérdida, yo sigo mi camino siendo yo...yo sigo mi camino perdida entre tanta gente bien fingida pero infeliz.

(Te hubiera amado como jamás has amado a nadie, sin embargo, elijo seguir amándome yo antes de terminar odiando una imagen en el espejo...)

Vos me perdiste cuando tuve que dejar de ser yo para que me quisieras. Así no es, me niego rotundamente a que sea así. Si no podés amar mi lado oscuro, no me podés amar, no sabés amar...y quizás yo tampoco...en fin...yo no perdí, y vos? Sí, vos me perdiste...

viernes, 2 de septiembre de 2016

que pudiendo ser

empezás a buscar un rastro
una huella o una cicatriz
un algo tangible o un recuerdo
un canto de mutismo
o una mueca estéril y hueca
lo que sea pero que sea
algo real a qué aferrarse
algo sin camuflajes ni máscaras

(a veces te conformás con disculpas
aún disimuladas o fingidas)

y la noche arrastra su nombra
hasta su nombre inmóvil
lejos del olvido
no existe salida cuerda
cuerda ni suelta
suelta ni acorde
y en la inmensidad
dos almas
que pudiendo ser
se quedan en tinieblas
y eso es inadmisible

y terminás rogando soledad
o paz
misterio de un diálogo
unilateral

en fin...
vos y yo
jamás seremos
                                verdad
ni verdad ni mentira
porque los matices
no existen
si existe el amor