Tantas lunas pasaron
esperando un café...
Recorté los días
en un almanaque invisible
para sentirme invencible
al momento de olvidar.
Jugué a ser valiente
en un universo
de laberintos cruzados.
Adorné cicatrices
con sonrisas de otros tiempos,
con caricias vencidas
y me dormí tarde
bostezando insomnios.
He olvidado mi sombra
y a veces ella me olvidó.
Tantas lunas pasaron
esperando un café
que todo queda a medias,
parece que mi espera
es más cruel que tu olvido
mientras mis palabras te dan motivos
tu silencio me da vértigo...
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