Sólo existe algo mejor que el silencio, mi nombre con tu voz. Mi nombre saliendo de tu boca, uno de esos regalos inesperados y tu sonrisa iluminando mis cicatrices y aquella vieja costumbre de esconderme para no desaparecer. Fugarme para no pedirte rescate, con un abrazo sería menos fantasma. En fin, en este silencio que me invade cuando te recuerdo, el sonido de tu voz pronunciando mi nombre, me encuentra buscándote...Y en tu nombre hay una lanza que me atraviesa cuando te nombro...nada nuevo, ¿no?
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