jueves, 1 de agosto de 2013

mientras...

Mientras más me alejo, más necesito abrazarte, ¿dónde queda la lógico en esta cuestión? y en toda mi vida, necesité tanto abrazar a alguien...Cierro los ojos y te veo. Enciendo un cigarrillo porque ya no soporto tanta soledad galopando alrededor: Si hubieras visto cómo se me estrujó el alma al alejarme, tengo la insana ilusión de que quizás, te hubieras acercado, corriendo, a abrazarme...
Hay un centenar de papeles esperando en el escritorio, cuentas, boletas vencidas, promociones de viajes y sin embargo, sólo me detengo a pensar que tú no estás esperándome en la cocina con el mate y una sonrisa, sólo eso tengo en mi memoria, tú no estás...
Deberé madrugar, poner al día ciertas cuestiones, hacer trámites, mandados, cosas que ocupen mi día, también deberé trabajar por la mañana, pero a estas crueles horas, horas amargas de la madrugada, cuando sólo el insomnio llena el espacio vacío, y el insomnio, ya sabemos, maldito como siempre, me hace pensar en tu mirada, y tengo la precaria ilusión de que estás mirándome, me consumo por dentro y me cierro. No tolero a nadie y a nada. 
Necesito un abrazo, pero no cualquier abrazo, un abrazo tuyo...pero parece que finalmente, la distancia ganó la batalla...


2 comentarios:

Darko Wiggin dijo...

Somos humanos

Y los sentimientos son
casi siempre cercanos

La distancia es
mala compañera

Y el tiempo
un amigo extraño

Martina Santo dijo...

Darko! cuánta verdad en tus palabras, a veces, somos demasiado humanos;P
Gracias por pasar...
besotes