desde acá...

No te olvides de sonreír, ni de mostrarme tus ojos, de cierta absurda manera, tengo que solventar mis irrealidades, mis precarios instantes de ilusión. No creas que por no nombrarte estoy lejos de tu recuerdo. Sería más simple la verdad si fueras otra persona, si no fueras lo que sos. 

Por las noches, te confieso, me aturden las voces que gritan en mi pantalla. No entiendo a nadie y me vuelvo cruel con todos. Lo que más lamento es que con vos también me vuelvo cruel. A veces, paso días esperando tu voz, y cuando al fin aparece, mi alma está en otro lugar. Mi razón tambalea entre tantas ficciones y pierdo las escasas y siempre tristes palabras que tengo para vos. No quiero justificarme, no creas tanto en lo que escribo, al fin de cuentas, sólo escribo para liberarme de mis frustraciones y melancolías. El mundo estalla cada vez que te vas sin hablarme pero siempre estalla, por cualquier razón últimamente, así que, tampoco sos tan culpable. 

Y empiezo a dar vueltas, mis intenciones se diluyen y me voy a dormir con tantos insomnios a cuestas que ni recuerdo por qué te estaba escribiendo. Juego con las palabras, con los sentimientos, me corto el cabello y creo que así empiezo de nuevo. Ya perdí la cuenta de cuántas veces distraje al destino de esta manera. 

Y hay tantas sombras en tu mirada, me irrita pensar que una puede ser la mía. Y tengo tantos silencios en mi almohada que me deprime saber que el tuyo no está ahí. A veces, muchas veces, y es importante que entiendas esto, muchas veces más de las que serían necesarias, me duermo pensándote y me despierto aterrada. Con sólo ser menos fantasma, serías mi único refugio. Pero desde acá, desde este frágil espacio en el que escribo, todas las mentiras se descubren, todas las verdades se sepultan. Desde acá, la realidad duele menos o golpea más liviano que tu indiferencia...Desde acá, siempre te estoy hablando, no creas que olvidé tu martirio, es sólo una cuestión de percepción...ya lo entenderás...ya lo entenderás...