¿Será que nunca aprendo? o ¿será que siempre aprendo tarde? tarde cuando ya no hay exámenes...cuando la vida me da otra cachetada poniéndome lo buscado durante siglos enfrente, pero más lejos de lo probable...
Muchas veces intento frenar, contemplar el paisaje, volverme menos inerte, más real, pero en esos momentos todo se desvanece. Todo pasa a formar parte del todo, todo interconectado, todo fugaz, y el tiempo se diluye y acabo rezando en las oscuridades de la inconsciencia por un poco de sinceridad y verdad. Todo vuelve a empezar cuando olvido tomar las pastillas, todo es catástrofe cuando el silencio habla. Y muchas otras veces, el mundo, el universo, es tan diminuto, tan exageradamente pequeño que comienzo a temblar de miedo, de terror ante lo efímero de un recuerdo. Es que, sucede que el recuerdo también se diluye, se expande hasta desaparecer en el fondo de mis pupilas. Nunca pude o supe, en el peor de los casos, rescatarme y pedir un abrazo...
Existen luces que me ciegan, son esas miradas que no me atrevo a contemplar, porque son como espejos gigantes que me devoran y se devoran mi alma. Es tan precario mi equilibrio que hasta temo suspirar y sucumbir al abismo de la locura.
También existen luces que me opacan, son esas miradas oscuras que transmiten mentira, dolor, egoísmo. Y éstas son como un pozo sin fondo, un túnel perpetuo de vías abandonadas que no llegan a ninguna parte.
Quizás, nunca aprendo. Quizás nunca sabré la verdadera razón del todo. Quizás, sólo quizás, deba dejar las preguntas de lado y empezar a respirar, un poco cada día, un poco más cada día...
2 comentarios:
Tómate las pastillas, elige túneles y vias con destino, abre la puerta, mira lo grande que es todo, recuerda porque te hará estar viva, mira de frente, a los ojos y no te preguntes, respira mucho, respira...
Darko!!! jaja...si! gracias por esos consejos, muy útiles, los tendré en cuenta...debo dejar de preguntar algunas cosas. ;)
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