Me duele saberte ignorante de mis sentimientos. Sé más de lo que quisieras que sepa. Sé cómo te gusta que te besen, sé cómo te martiriza la sociedad; el qué dirán te mantiene refugiado en tu altanera ignorancia, porque tú ignoras que yo lo sé todo de ti. Cómo quieres que te explique entonces? yo sé cómo se endurecen tus ojos cuando la injusticia desborda los de otros. Sé cómo caminas, sin pedir permiso ni perdón, sé cómo te avergüenza la mirada de mi alma, también sé cómo te irrita la desfachatez del mundo para hablar de los demás. Conozco tu pesar de tenerlo todo y no saber por qué, tenerlo todo es un privilegio del que no te darás nunca por aludido.
Puedo desnudarte con una mirada y erizarte la piel con una caricia. Sé cómo manipular tu ternura encerrada bajo llave, lo sé y te aterra que lo sepa. También, para tu pesar, sé exactamente cómo doblegar tu soberbia. Sólo me duele tu ignorancia a mis saberes, lo sé todo de ti, todo, hasta cómo duermes y cómo sueñas. Sé que tu vida es relajada, simple, tranquila, no tienes disfraces como el resto de los mortales, porque todos usamos una máscara distinta dependiendo de la situación, cuántos son los realmente únicos a pesar de todos? pocos, tú y otros tantos ángeles sin cielo, quizás. Yo te había dado mi cielo, mi precario cielo, y ahora todo está desvastado. En fin, saberlo todo de ti, hasta con qué pie te levantas y cómo son las líneas de tu mano, pero si, saberlo todo no me da ni siquiera un permiso ocasional para tenderme en tu mirada por unos segundos, esos segundos tristes donde todo vuelve a ser para dejar de serlo, segundos tristes donde nada queda y todo se recuerda. Y pensar que en tu ignorancia, también te olvidas de que te amo, como si el destino fuera un militante fiel del olvido.
Qué manera de desparramar cicatrices para llegar a esta verdad, aunque el tiempo me tire en la cara la vida entera o lo que me quede por vivir, yo todavía sigo pensando en tí...quizás por saberlo todo...porque sé también a quién amas y por quién suspiras en las noches de luna llena...lo sé y duele más que tu ignorancia...